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Aquilino García, portavoz Stop Accidentes Castilla y León

«Hay que educar al conductor y al peatón»

Las víctimas de accidentes reclaman mejoras en las carreteras y un baremo objetivo para medir el consumo de drogas al volante

Domingo, 6 de octubre 2024, 08:38

Las consecuencias de un accidente de tráfico son múltiples, para las víctimas, para sus familias y para la sociedad en su conjunto. Por eso las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico siguen reclamando algunas medidas urgentes y necesarias para prevenir la violencia vial, que ... sigue sumando día tras día víctimas mortales, discapacidades, secuelas de por vida y familias destrozadas.

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El portavoz de Stop Accidentes en Castilla y León, Aquilino García, asegura que la seguridad vial sigue siendo la asignatura pendiente de toda la sociedad. «Es fundamental educar al conductor y al peatón», sostiene. La educación, la sensibilización y el respeto son clave, pero también hay otras medidas que pueden contribuir a reducir el número de accidentes y sobre todo su letalidad.

Una de ellas pasa por mejorar el estado de las carreteras y sobre todo evitar que la misma carretera tenga tramos en distinto estado, de forma que cuando se arregle una carretera se haga desde el inicio hasta el final y en caso de que no sea posible se avise con tiempo suficiente cuando va a terminar la calzada que deja de estar en buen estado, señala Aquilino García.

Otra reclamación histórica de esta asociación es que se legisle el consumo de drogas al volante, ya que actualmente no hay una medición objetiva como sí sucede con el alcohol. «En un control de drogas das positivo o negativo y queda a juicio del personal policial que hace el atestado o el sanitario determinar si esa persona estaba en condiciones de conducir», explica García. Esto dificulta las investigaciones en caso de accidentes graves y sobre todo que la persona que conducía bajo los efectos de las drogas pague por lo que ha hecho. «No entendemos por qué no se legisla y se establece un baremo con las drogas al igual que se hace con el alcohol», insiste García, que perdió a su hijo en un accidente de tráfico provocado por un conductor bajo los efectos de cinco sustancias estupefacientes. «Lo hemos sufrido nosotros, pero antes lo ha sufrido otros, y hoy sigue pasando. Es algo que llevamos años demandando y no entendemos por qué no se hace», reclama con impotencia, cuando ya hay países que utilizan test fiables para medir las tasas de estupefacientes en los conductores.

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Por otra parte consideran muy razonable la reducción de los límites de alcohol al volante, ya que sin duda ayudará a reducir el número de siniestros. También en esto apela a la formación y concienciación. «No somos conscientes de los riesgos que supone ponerse al volante bebido», sostiene García que considera que sigue habiendo mucha tolerancia con el alcohol y es necesario concienciarse de que no se puede conducir bebido o drogado.

Hay otras reclamaciones como el endurecimiento de la ley para reincidentes y la rehabilitación o la creación de juzgados especializados en delitos viales, pero la educación vial en todos los niveles y a todas las edades, con cursos de reciclaje para conductores, sigue siendo una asignatura pendiente que podría evitar muchos accidentes, concluye García.

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