Henar Encina y Manuel Julián Acero, en la puerta del Aulario. Marta Moras

Los dos primeros trabajos fin de grado en Palencia ahondan en el comportamiento humano

Henar Encina y Manuel Julián Acero se han formado en Antropología en la Facultad de Educación

Carmen Aguado

Palencia

Domingo, 8 de septiembre 2024, 09:16

La Facultad de Educación ha formado en Antropología a alumnos como Henar Encina y Manuel Julián Acero, que ya han presentado sus Trabajos Fin de Grado (TFG). Encina resume su paso por el grado como muy positivo, habiendo combinado, por motivos personales, la presencialidad con ... la semipresencialidad, «aunque en los últimos cursos del grado fuimos quedándonos muy poquitos alumnos, no fue impedimento para seguir aprendiendo y formándonos con ganas, puesto que la motivación no faltó».

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Ya había cursado en este mismo campus Educación Social. «Creo que esta nueva titulación es muy complementaria y enriquecedora, al final estás investigando la base de todo, el comportamiento humano, las culturas, el por qué y el desarrollo de las diferentes religiones, los rituales», destaca.

Su TFG, bajo el nombre de 'El desarrollo de la educación en mujeres de etnia gitana palentinas: barreras y estereotipos' se desarrolló después de que realizase una de sus prácticas externas del grado con esta comunidad, siendo esto algo clave para su integración y desarrollo. «Las conclusiones obtenidas han sido variadas, he percibido un crecimiento tanto académico como personal. El desarrollo de las perspectivas variadas es muy valioso para saber valorar y entender más allá de las normas y costumbres propias, estableciendo así una conexión entre la teoría y la práctica y creándose, a través de la antropología, una serie de vínculos entre el ser humano y sus entornos», resume.

Por su parte, Acero se define como un alumno atípico, ya que tiene más de 50 años y trabaja como gerente en una entidad de Tierra de Campos. Explica que su interés por la Antropología se remonta a hace años cuando ya sabía que quería estudiar esta carrera sin saber todavía que existían estudios sobre ello. «Tras mi primera carrera, me matriculé en la UNED para estudiar la licenciatura de Antropología, que así se llamaba entonces, pero lo tuve que dejar el primer año porque no podía compaginarlo con mi trabajo y mi familia», recuerda.

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Tras ello, en 2020, al conocer su inminente implantación en Palencia, decidió retomarlo tras considerarlo «algo mágico» y todavía lo fue más «cuando me informaron que sería presencial y en horario de tarde-noche, algo totalmente inusual y que me permitía poder asistir después de salir de mi trabajo. Sin duda parecía que alguien me había hecho un regalo a la medida y yo estaba completamente decidido a aprovecharlo», destaca Acero.

Ante la incredulidad de algunas personas cuando comentaba lo que estaba estudiando, Acero defiende que «la Antropología nos hace mejores personas porque nos enseña empatía, respeto, tolerancia, curiosidad y reflexión, sirve para entender lo raro y maravilloso que es el ser humano, que el mundo es un lugar fascinante lleno de misterios y que los antropólogos estamos aquí para desentrañarlos, uno por uno», afirma.

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Su TFG ha girado en torno a 'Las cooperativas textiles de mujeres en la comarca de Tierra de Campos Palentina: Auge y ocaso de una fórmula de economía social en perspectiva de género'. Concluye que las cooperativas textiles en Tierra de Campos Palentina no solo cumplen con los objetivos específicos propuestos, sino que también desempeñan un papel crucial en el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad de las comunidades rurales.

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