Doyague, a la derecha, instruye a un alumno de la Escuela Taurina de Palencia. Marta Moras

Palencia

El diestro y entrenador de fútbol Carlos Doyague se incorpora como profesor a la Escuela Taurina

Una veintena de jóvenes entrenan hasta tres días por semana persiguiendo el sueño de llegar a ser una figura del toreo

Carmen Aguado

Palencia

Martes, 4 de febrero 2025, 06:59

La actividad ha vuelto a la Escuela Taurina de Palencia como baluarte del aprendizaje de este noble oficio tras la reanudación hace unas semanas de los entrenamientos que habían sido paralizados después del verano. De esta forma, se retoma la rutina con novedades y nuevas ... incorporaciones entre el cuerpo de profesores y docentes que la integran. Entre ellas, un nombre propio, el del diestro palentino Carlos Doyague, quien inicia su papel como profesor de la mano de Juan Cantora, el director de la Escuela Taurina. Tras desvincularse en parte de la actividad futbolística, Carlos Doyague tomó la decisión de unirse a este reto con el que ya estaba familiarizado y que ahora integra de forma oficial.

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Ahora, por delante, unos duros meses de invierno en los que los entrenamientos se intensifican durante tres días por semana en el pabellón deportivo de Venta de Baños hasta que, con la llegada del buen tiempo, se trasladen al Coso de Campos Góticos de Palencia. Durante estos meses, la veintena de jóvenes que integran la Escuela Taurina podrán prepararse para la próxima temporada.

También formará parte como docente el banderillero vallisoletano Herminio Jiménez Chaca, quien se une a un proyecto ya afianzado en la capital palentina y que promete dar nombres propios del toreo en los próximos años. Novilleros como Alejandro Chavarri, Eduardo Rodríguez o Eduardo Ruiz de Velasco ya ilusionan en los tendidos a los aficionados palentinos. «Todos los profesores que estamos en la escuela lo hacemos de forma altruista», destaca Juan Cantora, quien agradece la implicación de todo el cuerpo técnico que le acompaña en este ilusionante camino. «Estamos contentos, además, tampoco podemos abarcar más. Dentro de nuestras posibilidades, todo lo que podemos, lo intentamos», recalca el torero de plata.

Carlos Doyague llevaba tiempo visitando a estos chicos de la Escuela Taurina y entrenando muchos días con ellos, ya que solía pasar por las preparaciones muy a menudo y, este año, al desvincularse un poco del fútbol y al tener más tiempo, le apetecía mucho. Juan Cantora se lo propuso y después de todo un verano viajando con ellos a los diferentes compromisos, «me enganché y decidí dar el paso.», subraya Carlos Doyague, quien avanza que se dedicará más a la parte técnica, al toreo de salón, el acompañamiento a los tentaderos y a las novilladas «dando un punto de vista más profesional y colaborando en el aprendizaje de un torero desde el punto más bajo que es en el que están ellos», afirma.

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Respecto a lo que quiere transmitir a los alumnos, asegura que «cuando estamos en el toreo de salón siempre es importante brindar tus conocimientos, que vayan viendo la técnica y su concepto, aunque sin cambiarles nunca su personalidad, que es algo que los toreros tenemos de forma única. Después, una vez que estamos en el campo o en las novilladas, nosotros damos ese punto de tranquilidad y de apoyo. Hay que darse cuenta de que son chavales que están viviendo sus primeras experiencias delante de los animales y que tienen que sentirse acompañados, fuertes. Es importante que desde fuera tengan una voz que les indique el camino y, sobre todo, que les hagan sentirse seguros», argumenta.

En cuanto a nombres, Carlos Doyague reconoce que se ilusiona con algunos de más nivel o más oficio, como Alejandro Chavarri, Eduardo Ruiz de Velasco, Eduardo Rodríguez o Áaron Navas, que coincide con que son los más mayores. «La remesa que viene por detrás es ilusionante, son jóvenes y niños que me recuerdan sobre todo a mí cuando quería ser torero», rememora.

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En cuanto al volumen de novilleros, Carlos Doyague considera que «es una buena cifra de alumnos sobre todo en una ciudad en la que la repercusión taurina se limita a cuatro días en la feria. Hay que recordar que no es una ciudad taurina, como puede ser Sevilla, Salamanca o Madrid, en las que disponen de toros prácticamente el 70% del año. Por eso, tener esa veintena de alumnos y, sobre todo, ser un punto de encuentro entre varias capitales, entre varias comunidades o provincias, creo que es importante para Palencia», recalca.

En cuanto a la trayectoria de la Escuela, el nuevo profesor apunta que «el trabajo de años atrás que ha hecho la escuela es digno de alabar. Hay que recordar que hay novilleros que han toreado bastante y otros que están a punto de debutar con caballos. Creo que es una labor muy difícil, de verdad. Me gustaría que la gente conociera el papel que hace la escuela y que tenga el nombre de Palencia a mí me enorgullece porque es mi ciudad y porque siempre he deseado que en Palencia pudiera haber una escuela taurina», agrega.

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