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Gregorio Fuente, jefe de la agrupación de Protección de Civil de Palencia, debería haber pasado los meses de marzo, abril y mayo organizando y controlando la seguridad de la Semana Santa o el centenar de pruebas atléticas que solía invadir a la provincia en primavera. ... Era un trabajo en la sombra que pocas veces relucía, pero necesario. Igual de vital que el que han completado estas semanas los voluntarios de la agrupación, que han vuelto a prestar su ayuda para el reparto a domicilio de los lotes de comidas de escolares palentinos otorgados por la Junta de Castilla y León.
Coronavirus en Palencia
Esther Bengoechea
Una ayuda sin descanso que obliga al líder de la agrupación en la capital a exprimirse, al compaginar trabajo y voluntariado sin apenas descansar. «Estoy durmiendo de media cinco horas. En estos días cuesta más conciliar el sueño al pensar en la agrupación y el trabajo», detalla Fuente.
Su ocupación laboral le obliga a plantar cara al virus las 24 horas del días, ya sea en Palencia o Cantalejo, donde acude cada tres días para completar turnos de 24 horas al ser técnico-conductor del 112 en la base del centro de salud de la localidad segoviana. Allí ha vivido momentos duros, que le costará mucho eliminar de su memoria. «Es una de zona salud con muchas personas mayores y de las más cercanas a Madrid. Mucha gente ha ido a sus segundas residencias como a Cantalejo, lo que propició que subiera el número de contagiados. Aún así, es una pandemia general, no hay que culpar a los madrileños», incide Fuente, que lamenta la gran cantidad de positivos entre profesionales del 112. «Han caído muchos compañeros en toda Castilla y León. Los técnicos de emergencias somos la punta de ataque en esta lucha. Nosotros llegamos y trasladamos al enfermo a la segunda punta del ataque, que son los hospitales», continúa.
A pesar de iniciar la desescalada, para este profesional que combate el coronavirus desde varios flancos la solución la tiene clara. «La solución es hacer test, test y test. Tenemos que buscar a los que podemos contaminar, entre los que yo me puedo incluir. Esos nos tenemos que aislar para que los demás no se contaminen. Pero como no nos los hacen, tenemos que aguantar», lamenta el palentino, que abre el abanico de ayuda desde la agrupación para echar una mano a policía y bomberos. «Estamos para lo que necesiten», apunta.
Y es que durante dos meses, Fuente se ha pasado jornada a jornada entre termómetros o desinfectantes, ya sea en el trabajo o en su agrupación. «Tanto en un sitio como en otro, tenemos muy claro el protocolo. Nos desinfectamos continuamente las botas, así como la ropa y todo lo que tocamos. Nos tomamos constantemente la temperatura y nos desprendemos de toda la vestimenta que ha podido estar con el virus. «He estado más tiempo fuera de casa que en ella. Algunos dirán que suerte, pero no es así», manifiesta un Gregorio Fuente enorgullecido por su labor de voluntario. «La agrupación está supervalorada. Se ve en fiestas, sanantolines o durante las carreras deportivas. Todos somos voluntarios y regalamos nuestro tiempo para echar una mano, aunque sea en momentos duros como estos. La agrupación está muy arriba», prosigue.
Ahora Fuente y su equipo confía en que la normalidad vuelva a la vida de todos para poder seguir prestando un servicio que vele por la seguridad de todos, sobre todo, en tiempo de ocio.
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