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La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Palencia, Rosa Martínez López, dejó visto para sentencia el juicio contra la empresa japonesa FTM(Fuji Technica Miyazu) tras la demanda de resolución contractual presentada contra ella por Gestamp Palencia, que tiene sede ... en Dueñas, y por la que le pide 11,5 millones de euros por los daños y perjuicios que le ocasionó la rescisión del contrato que tenía con ella como subcontrata por los retrasos en la fabricación de troqueles para piezas para vehículos que le había encargado a Gestamp el Grupo PSA (formada por Peugeot, Citroën y Opel). Por su parte, FTM cree «unilateral e injustificada» esa rescisión de contrato y reclama a su vez a Gestamp Palencia más de 13 millones de euros en concepto de daños y perjuicios por la pérdida de relación con el Grupo PSA, que no ha vuelto a contratar los servicios de FTM desde hace siete años.
La demanda se remonta a 2015, si bien el juzgado ha necesitado año y seis meses para poder emplazar a los japoneses. En la demanda se incide en cómo el Grupo PSA contrató a Gestamp Palencia para fabricar piezas de vehículos y cómo Gestamp, a su vez, subcontrató a FTM para hacer troqueles. En el año 2012, Gestamp Palencia decidió que FTM no estaba cumpliendo bien con su encargo y rescindió el contrato «unilateral e injustificadamente», según señaló el letrado de FTM, dado que «no había ningún motivo para ello».
«En diciembre de 2011, Gestamp Palencia dio unas especificaciones técnicas a FTM para el diseño de los troqueles. Pasado solo un mes, ya le introdujeron cambios, pero aún así, en febrero de 2012, FTM le entregó ya el 50% de los diseños. Gestamp le dijo a FTM que estaba haciendo ingeniería simultanéa con PSA, lo que suponía parar el proyecto cuatro meses y cambio en el diseño de los troqueles, y según el contrato, los cambios requieren un incremento de plazo y coste. En la semana 50 del proyecto, Gestamp le dijo a FTM que no dejara de trabajar, a pesar de las dudas que le planteó FTM en el mes de abril, pero no le respondió hasta junio, dejando 36 troqueles en suspenso. Gestamp había puesto a otra empresa a revisar los diseños, y esta recomendó cambios en ellos, de forma que, en septiembre de 2012, se organizó una reunión en la que FTM dejó claro el impacto que esos cambios suponían sobre todo en el plazo. Entre agosto y septiembre, esa empresa introdujo 460 cambios en los diseños, Gestamp le dijo en octubre a FTMque debía entregar los diseños como si no hubiera pasado nada. FTM incidió en que le había cambiado toda la planificación y que necesitaba un nuevo calendario de plazos, pero aún así, le hizo entrega del 100% de los diseños antes del 23 de octubre. Gestamp decidió el 24 de octubre la resolución del contrato, el motivo es que, mientras que FTM trabajaba en los diseños, Gestamp había buscado otra subcontrata», apuntó el letrado de la firma nipona en su informe de conclusiones.
«FTM era la más interesada en seguir con el proyecto y tenía mucho interés en preservar la relación con el Grupo PSA, pero Gestamp lo resolvió a las bravas. Ni hubo retrasos, ni fueron injustificados, Gestamp es incapaz de acreditar el incumplimiento», añadió el abogado de FTM, que aseguró que el proyecto «le ha salido gratis a Gestamp Palencia, porque lo ha hecho a nivel interno».
«FTM no ha denunciado nunca a ningún cliente, pero al ser demandada, lo que hace es reclamar a su vez daños. FTM no viene aquí a enriquecerse, existe un lucro cesante por la pérdida de relación con el Grupo PSA, que no ha vuelto a contratar a FTM. Hablar mal de otro tiene un coste», concluyó el letrado de la compañía japonesa, que reclamó más de 13 millones de euros a Gestamp, más las costas del juicio, por daños y perjuicios.
Antes de ese informe de conclusiones, expuso el suyo la letrada de Gestamp, que hizo hincapié en que ambas empresas, Gestamp y FTM, «tenían claro que el fabricante de vehículos manda», y que «no se incurre en retrasos en la entrega de piezas y los cambios que pide, se hacen». «Gestamp paga el precio y valida el diseño, FTM lo que tenía que hacer era fabricar los troqueles y comprometerse a las fechas de entrega. FTM aceptó el diseño del troquel consensuado con Gestamp, y Gestamp tenía derecho a cancelar el contrato si había retraso en el pedido», señaló la abogada de la parte actora, que insistió en que el plan de acción debía llevarse a cabo antes del 24 de octubre y FTM no le planteó cambio de calendario alguno a Gestamp.
«FTM no planteó un plan de acción creíble a PSA, hubo una falta de reacción de esta empresa, que no supodiseñar los troqueles conforme a las directrices de Gestamp. FTM se comprometió a un calendario de plazos hasta el 10 de octubre y los diseños estaban mal, y no hubo respuesta, tan solo excusas sobre plazos y modificaciones», añadió la representante legal de Gestamp, que incidió en que la decisión de no continuar con el contrato «fue de FTM, de declinar la mano tendida de PSA». Así, en su informe de conclusiones, reclamó 11,5 millones de euros a FTM por el 30% del pago del contrato que le pagó Gestamp y por los daños y perjuicios ocasionados, así como las costas del juicio.
Una decena de directivos de la empresa japonesa se sentó en los bancos de la sala de vistas en la segunda sesión de un juicio que dio comienzo el pasado lunes con las testificales (declararon cinco testigos por Gestamp y cuatro por FTM, entre ellos uno de los máximos directivos de la empresa), pero que tuvo que aplazarse hasta ayer por la dilación en las declaraciones (tuvo que comparecer la traductora que utiliza el presidente del Gobierno cuando acude a Japón en viaje oficial).
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