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«Un cortado y uno solo». ¡Qué ganas había de escuchar esa frase en un bar! No es una realidad absoluta, porque la normalidad aún no existe, pero lo que ha generado la hostelería palentina en apenas dos días es un oasis en el desierto. Faltan aún semanas para que los ciudadanos vuelvan a las barras y terrazas, y hasta que llegue ese momento, establecimientos de la ciudad han unido fuerzas para aportar su granito de arena en forma de café. Nunca el ruido de moler el café había sido tan placentero. Era el sonido de la rutina, esa que tanto se añora ahora.
Todas esas sensaciones se han experimentado estos dos últimos días en el bar 979 de la capital. Este establecimiento, junto a La Tapería del 10, La Galería y el bar Curro.es, son la cabeza visible de un proyecto que engloba a todo el sector hostelero de la capital y que pretende, desde las 7:00 hasta las 11:00 horas, dar bebidas calientes a los profesionales que combaten estos días el coronavirus mirándolo a la cara. Cada día en un establecimiento diferente. «Nos preguntábamos por qué no hacer algo los hosteleros. Lo pusimos en un grupo en el que estamos todos y nos dio el visto bueno la Subdelegación del Gobierno», apuntan los precursores de la iniciativa solidaria.
Coronavirus en Palencia
Por ese motivo, la hostelería no se ha escondido y se ha presentado en la primera línea de batalla para regalar sus productos y ayudar a policías, personal sanitario y empleados, cuyo trabajo se ha incrementado por la crisis sanitaria. Ayer, en el 979, se repartieron cerca de cien cafés, pero más que la consumición, se regalaron pedacitos de normalidad. «Todos los que han venido han querido pagar. Somos nosotros los que decimos que no aceptamos el dinero, ni las propinas. También nos dan las gracias por la iniciativa y muchos empresarios nos han añadido que nos aportarán sus productos. Hay mucha gente solidaria», insisten los hosteleros.
Y todo con unas estrictas medidas de seguridad al aislar con una mampara a los hosteleros del personal que se acercó hasta el establecimiento de la avenida Derechos Humanos. Hasta por momentos, la aglutinación de personas brindó una bonita instantánea en la que varios profesionales, policías muchos de ellos, disfrutaban de su bebida en mitad de una conversación a la puerta de un bar. Momentos de agradecimientos a los hosteleros y de comentar la actualidad, como se ha hecho toda la vida en los establecimientos, aunque ahora la covid-19 se haya colado en todas las conversaciones. «Estamos en casa y esto para nosotros también es una oportunidad para no perder el ritmo de trabajo y seguir en contacto con la gente», detallan los hosteleros de Palencia, a quienes les preocupa el futuro. «No sabemos qué sucederá, ni cómo planifircalo», concluyen.
Asimismo, del otro lado de la 'barra' se encontraban los beneficiarios de esta idea, que no dudaron en agradecer este detalle. «Igual que nos están llevando empresas muchos detalles a las comisarías, me parece que alguien tiene que dar luz a este bonito proyecto», apuntaron ayer los policías locales Juan Carlos y Teodoro.
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