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Carmen Aguado
Palencia
Jueves, 1 de diciembre 2022, 07:21
«El Black Friday es para las grandes cadenas», coinciden en señalar los comerciantes palentinos cuando se les pregunta por el balance de esta cita que tuvo lugar el pasado viernes. Una jornada de compras que coincidió con el encendido de las luces de Navidad ... y que animó en buena parte la calle durante toda la tarde. Pero a pesar de este reclamo y del ambiente que se respiró en Palencia, la mayoría de los comerciantes palentinos coinciden en no hacer una buena evaluación de este día en el que las promociones y descuentos inundaron las tiendas que buscaban tomar oxígeno gracias a esta cita después de unos meses en cifras negativas.
Unos números rojos que se suceden tras varios meses en los que las ventas han ido cayendo de forma prolongada y que sitúa al 2022 en el peor año en ventas desde 2019. La paralización económica lleva tiempo dejándose notar en las tiendas de Palencia que perciben cómo la clientela es más reacia que nunca a consumir.
La falta de iniciativa y el desánimo está patente en los comercios de Palencia desde que acabó el verano. Fue entonces cuando la actividad normal en este sector, prácticamente, se paralizó a la espera de poder comprar en el Black Friday. Una campaña que lejos de beneficiar al pequeño comercio, aseguran, les perjudica.
En primer lugar, porque el comercio electrónico es el más favorecido durante este día de ofertas, que se ha extendido a toda la semana. Y, en segundo lugar, porque las pequeñas tiendas ven cómo no son capaces de competir con las condiciones que ofrecen las grandes cadenas y que les obliga a ver minimizado el beneficio de cada venta.
Por ello, defienden, que la mejora de la situación económica en el sector no pasa por acciones como estas en las que los gigantes comerciales ganan un año más. A pesar de ello, las ventas durante este día aumentaron respecto a otras semanas y les ha logrado insuflar algo de aire antes de Navidad. Porque, como reconocen, la campaña navideña es la más importante de todo el año y aunque defienden que no pueden vivir de esta durante el resto de los meses, sí que confían en que esta sea igual de buena que la del año pasado y logre revertir las cifras con las que cuentan ahora mismo tras un 2022 muy complicado.
La bajada en las ventas unido al aumento de los costes ha triplicado los gastos de los comercios que están viendo como los beneficios mensuales están siendo destinados a pagar la luz y el aire acondicionado o la calefacción. Además, las materias han subido durante el año y también el precio de los transportes.
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Un incremento de precios al que están haciendo frente, sobre todo, desde el mes de marzo, cuando la inflación comenzó a azotar también a este sector. Actualmente, la situación es muy complicada no sólo a la paralización que arrastran desde la pandemia sino también al alza del comercio electrónico.
«Fue un viernes mejor que otros, pero es verdad que tampoco fue un día tremendamente bueno. Sí que hubo mucho más jaleo en la tienda y la tarde estuvo animada, pero tampoco se vio traducido en un aumento importante de las ventas», explica Ana Fernández, gerente de la tienda de ropa de Eutotopía Vintage. De cara a estas fechas, Ana Fernández ya tiene previsto tratar de incentivar que se adelanten las compras a Navidad con algún tipo de promoción especial para evitar que se junte también con las rebajas. «Trato de dar un revulsivo al negocio ya que desde hace meses atraviesa por una situación complicada», recalca.
Por su parte, en Deportes Artiza señalan que la tarde contó con algo más de público, pero la mañana del viernes no destacó por un aumento de ventas. «No fue nada extraordinario. La gente tiene miedo y está la cosa muy fría y parada y no sabemos cómo va a responder la gente en Navidad», comenta Margot Reguero. «Por lo que hemos vivido otros años, confiamos en que los últimos días antes de Navidad se intensifiquen bastante las ventas ya que dejamos siempre los regalos para última hora, pero de momento está muy tranquilo todo y no podemos saber cuál va a ser el comportamiento del público», señala Margot Reguero.
Una sensación generalizada entre el comercio palentino y que Berta Mozos de En Pointe explica es que ha sido una cita muy descafeinada para su negocio, en el que el mayor número de ventas se ha producido a través de su página web, más que de forma presencial en su tienda física.
Un desánimo que ya auguraba debido a la experiencia durante otros años y que este se ha visto incrementada por la paralización económica y comercial que lleva sufriendo desde hace meses. «Esto es para grandes marcas y grandes comercios ya que la gente si que compra porque espera los grandes descuentos, pero esto no es para nosotros», comenta Berta Mozos, responsable de esta tienda especializada en danza y en aventa de zapatillas de punta para ballet y zapatos de claqué. «Es cierto que, por lo menos, el viernes se vio gente en la calle, lo que permite que te vayan viendo y conociendo, pero debido a la especialización de mi tienda tampoco puedo ser un ejemplo, pero es cierto que no ha sido un fin de semana demasiado diferente a otros. La gente tiene las manos en los bolsillos y está paralizada hasta ver qué pasa», afirma Berta Mozos.
Una de las notas positivas la aporta Gabán, dedicado a la moda de hombre, y que este año ha logrado mantener las cifras del Black Friday del año pasado gracias a descuentos del 20% en la mayoría de las prendas, que han mantenido esta promoción durante toda la semana para evitar que se concentrasen solo durante el viernes. «La gente sea llevado mucha ropa de otoño invierno, se han llevado muchos jerséis de punto y también muchas parkas, esto ha sido lo más demandado por la clientela, ropa para este tiempo. Además, también han aprovechado para hacer compras de regalos de Navidad», explica Iván González, responsable de Gabán.
En Mulier, María Teresa Pariente, gerente y propietaria de la tienda de moda para mujer, afirma que durante esta cita ha notado un descenso en el número de clientes a lo largo de la jornada. A diferencia del año pasado, el volumen de visitas no ha sido tan elevado como durante el Black Friday de 2021.
«El cierre de grandes superficies en los últimos meses está afectando de lleno al tránsito por la Calle Mayor. El comercio llama al resto de tiendas y los cierres que estamos sufriendo no benefician a nadie. Los sábados mucha gente prefiere irse a Valladolid antes que salir y comprar aquí», confiesa María Teresa Pariente, que adelantará las rebajas unos días antes de Navidad para incentivar las compras.
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