Palencia
El AVE a Cantabria: ocho ministros, dos décadas de retraso y un futuro inciertoQue la sentencia de la Audiencia Nacional se convierta en firme implicaría rehacer el proyecto, someterlo a todos los trámites y volverlo a licitar
Daniel González
Domingo, 18 de mayo 2025, 08:36
Hasta la semana pasada, cuando la Audiencia Nacional ordenó la paralización de las obras del primer tramo del AVE a Cantabria en la salida de ... Palencia por ser incompatibles por el soterramiento de las vías, la estimación era que la alta velocidad que rebajará a tres horas el viaje entre Santander y Madrid estuviera plenamente implantada en 2033. Era una aproximación. El cálculo que se desprende de la información que han ido proporcionando Adif y Renfe en sus estudios y licitaciones. La fecha que resulta de sumar los tiempos de todos los pasos burocráticos y constructivos que aún están pendientes, porque el Ministerio de Transportes ya prefiere no concretar. Desde la etapa de José Luis Ábalos, que fue el ministro con el que se puso la primera piedra en julio de 2021, ningún responsable de Fomento se ha vuelto a pillar los dedos.
«A mí me cuesta mucho aventurar fechas porque en ocasiones puede generar frustración aunque el retraso sea mínimo. Hay factores que se pueden controlar y otros no. Lo importante es empezar la ejecución y que la hayamos comprometido más allá de nuestro mandato. Y hay prometida financiación europea, que nos marca un límite temporal máximo», decía en noviembre de 2022 su sucesora, la también ministra Raquel Sánchez, durante una entrevista con El Diario Montañés.
Está por ver si la decisión judicial de la Audiencia Nacional sobre la paralización del tramo Palencia-Palencia Norte, el más corto de los cinco que están en construcción, con tan solo 1,7 kilómetros de trazado, entra dentro de lo que la socialista calificaba de «mínimos retrasos» o si tiene consecuencias más graves para la llegada del AVE a Reinosa y su posterior extensión hasta Santander ya a través de una vía de altas prestaciones.
Hay que esperar para saber si la Justicia acepta el recurso que presentará Adif contra el fallo o si la sentencia se convierte en firme, como pretende tanto Ecologistas en Acción –el denunciante– como el Ayuntamiento de Palencia. Si ocurre lo segundo, supondría un retraso de hasta diez años porque implicaría rehacer el proyecto, someterlo a todos los trámites de participación y control ambiental y, posteriormente, volver a licitarlo para su ejecución. Sería el peor escenario, sería el último de los obstáculos con los que se ha encontrado el proyecto de la llegada de la alta velocidad a Cantabria. ¿El más grave? Pues habría que analizarlo con tiempo, porque la lista de agravios y contratiempos es larga. Hasta llegó a adjudicarse la obra en 2009 antes de que se resolviera el contrato un año después como consecuencia de la llegada de la crisis económica. Fue durante la etapa del socialista José Blanco. «El día más triste de su vida», dijo Miguel Ángel Revilla sobre la jornada que conoció la noticia, un hecho que considera que le costó al PRC la Presidencia de Cantabria en 2011.
Noticias relacionadas
Desde que Francisco Álvarez- Cascos habló por primera vez en julio de 2000, durante una reunión con el entonces presidente regional José Joaquín Martínez Sieso, de que Cantabria contaría con una conexión a Madrid –no hablaba de AVE, pero sí de tren rápido– de tres horas y media en el horizonte de 2007, han ocupado la cartera de Fomento ocho ministros en los gobiernos nacionales de cuatro presidentes (José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez). Desde esa primera fecha que puso sobre la mesa el exministro popular han transcurrido casi dos décadas y, aunque desde 2018 ya hay máquinas trabajando sobre el terreno, el futuro del proyecto sigue siendo incierto.
En esa parte positiva –el comienzo de las obras– se centraba esta semana la portavoz del PSOE de Cantabria, Ainoa Quiñones, que defendía que los trabajos sobre el terreno «avanzan como nunca», que «ningún Gobierno de España anterior ha hecho tanto por las inversiones en Cantabria como el de Pedro Sánchez»y que la llegada de la alta velocidad «no tiene marcha atrás». Respondía así a la presidenta Buruaga, que exigía a Puente soluciones para que este nuevo contratiempo no derive también en un nuevo retraso. Que Cantabria no siga siendo durante muchos más años una «isla ferroviaria», la única comunidad autónoma junto a La Rioja sin un solo kilómetro de AVE. Ni activo, ni en marcha.
Muchos compromisos
No solo ha habido fechas y compromisos anulados por falta de financiación, tumbados por el siguiente gobierno o modificaciones por cambios en los proyectos o la caducidad de las declaraciones de impacto ambiental, también distintos planes de ejecución. Momentos en los que se daba por hecho que habría tren de altas prestaciones pero no una línea de AVE, otros en los que se decía que la alta velocidad llegaría hasta Santander y después que se quedaría en Alar del Rey, antes de que finalmente se confirmara que acabaría en Reinosa y que, a partir de la capital campurriana, se harían mejoras en la vía actual para que los trenes puedan coger más velocidad.
Más allá de las palabras, la primera vez que el proyecto se oficializó en el Boletín Oficial del Estado fue cuando se sometió a información pública el tramo Alar del Rey-Santander antes de la llegada de Zapatero a La Moncloa. Se habló primero de tres horas y media, luego de dos y media... Con los socialistas ya en el poder y ese proyecto inicial olvidado, Magdalena Álvarez prometió –a falta de uno– dos trenes de alta velocidad (Madrid y Bilbao) para Cantabria. Su sucesor, José Blanco, dio el plazo que más veces se repitió. Que estaría en 2015. Fueron años polémicos. Revilla dio mítines en Reinosa con esa fecha 'atada', pero 'Pepiño' le dejó tirado en Monzón de Campos en lo que iba a ser la colocación de la primera piedra del proyecto. En pocos meses se dijo que sí, que el AVE a Reinosa, que a Santander, luego que no... Con el bipartito en peligro por las amenazas regionalistas, Zapatero también ratificó que en 2015 para calmar los ánimos. Blanco rectificó y firmó un protocolo en Santander otra vez con la fecha de 2015. Nada. Hasta el punto de que Revilla siempre pensó que el ministro se vengó porque le obligaran a rectificar.
PP, PSOE y PRC pasaron años echándose las culpas de que los proyectos no salieran y tratando de abanderar la reivindicación cuando el rival estaba en el poder. Con la popular Ana Pastor se comprometió una inversión millonaria para hacer realidad el proyecto en el marco de un plan con la vista puesta en 2024. Pero la obra nunca fue una prioridad. Fue Pastor la que, reajustando la petición a un tren de altas prestaciones (no AVE), puso la fecha más concreta que se ha dado: junio de 2020. Hubo, de hecho, licitaciones de la redacción de los proyectos, pero no de las obras.
Pastor pasó la cartera al cántabro Íñigo de la Serna, que aceleró los trámites administrativos y cerró el proyecto tal y como está, pero yo llegó a adjudicar ninguno de los tramos.
Los últimos contratiempos han llegado ya con Puente, que a cambio también ha adjudicado la redacción del tramo Alar-Reinosa y el viaducto de Nogales, que permitirá –en teoría– una apertura parcial hasta Alar en 2030.
Hasta el fallo judicial de Palencia, eran los propios de grandes proyectos de obra civil:retrasos en la finalización –alegan que las abundantes lluvias de los últimos inviernos han echado por tierra el calendario– y modificados para aumentar el presupuesto sobre lo licitado. De hecho, de los cinco tramos en obras entre Palencia y Alar del Rey, dos tenían que estar ya acabados.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.