José Luis Herrero, presidente del Colegio de Arquitectos de Palencia

«La arquitectura es tan imprescindible como la medicina»

-El Colegio de Arquitectos de Palencia es una delegación del leonés. ¿No tiene Palencia suficiente entidad para contar con delegación propia?

–No es la razón. En general en casi todas las regiones está organizado en colegios que a su vez tienen delegación. En Castilla y León tenemos dos colegios, el de León tradicional y el de Valladolid, no es que Palencia no tenga entidad.

–¿La profesión de arquitecto se encuentra en auge en la actualidad o se cuenta cada vez con un menor número de profesionales?

–No podemos decir que esté en decadencia. Está evolucionando y cambiando como toda la sociedad, que se está reestructurando. Hay oficios que van mermando porque no van a ser tan imprescindibles. Estamos en ese proceso, pero la arquitectura va a seguir siendo importante como la medicina. Son oficios fundamentales.

–¿Tiene Palencia capacidad para evitar la fuga de talentos en el mundo de la arquitectura?

–Palencia tiene un campo amplio, aunque es verdad que existen campos más interesantes dentro de nuestro país y la gente suele buscar otros lugares mejores. Generalmente esos talentos no se están marchando de España, es cierto que alguno sí pone rumbo al extranjero, pero la mayoría están trabajando en nuestro país.

–¿Qué está haciendo bien Palencia desde el punto de vista de un arquitecto?

–No sabría dar una respuesta concreta. Me preguntaría qué está haciendo la sociedad por la arquitectura o viceversa. El arquitecto aporta ideas y la sociedad las puede recibir bien o pasar olímpicamente. De vez en cuanto, sí hay trabajos muy buenos en Palencia.

–¿Cuál es el objetivo a seguir para Palencia de cara al futuro?

–Siempre se mira en las grandes ciudades, que es donde están esos talentos. Los mejores médicos están en las grandes capitales, aunque algún gran médico lo puedes encontrar también en una ciudad como la nuestra. No hay una gran diferencia en ese sentido. Somos un engranaje más de la sociedad. Evidentemente siempre miras a ciudades como Madrid o Barcelona. No son las únicas porque se hace buena arquitectura en muchos más sitios, pero es cierto que te fijas un poco en ellos.

–¿Se está adaptando el Plan de General de Ordenación Urbana a las necesidades actuales de la sociedad?

–Los planes generales de ordenación son documentos que regulan la actividad edificatoria de los usos del suelo. La pena es que los procesos de aprobación son demasiado lentos, duran años, y cuando ya los tienes, se quedan atrás.

–¿El objetivo de toda construcción en la actualidad es ser lo más eficiente posible en el tema energético?

–Tiene que ser así. En este momento se están haciendo edificaciones que sí están avanzando en esa línea, pero hay otras que todavía no llegan. Lo que se construye es consecuencia de las demandas de la sociedad. Según vayamos avanzando con los conceptos y la preocupación por las cuestiones energéticas estén más introducidas en la sociedad, será más sencillo plantear edificaciones más eficientes. Es más, el que no lo plantee sabe que está fuera del juego.

–¿Ha superado el sector la crisis y los problemas con la carestía de los materiales?

–La situación continúa siendo intermedia en estos momentos en estos aspectos. Eso no está exactamente en nuestras manos en una delegación provincial, está en otros niveles muy superiores. La globalización ha cambiado todo. Antes los materiales fundamentales se fabricaban aquí, con sistemas energéticos de aquí y ahora todo ha cambiado. Somos una parte de la sociedad, no podemos dirigirla, pero sí podemos influir en marcar algunas direcciones, la más importante la energética. La profesión está preparada de cara al futuro, pero introducir estos cambios tan grandes en tan poco tiempo, cuesta.

–¿La rehabilitación de edificios debe de estar por delante de la construcción de nuevos?

–Se deben de hacer las dos cosas y por diversos factores hay un cierto equilibrio que es inevitable. No es que sea mejor ni peor una cosa que otra. El tema económico puede llevar a apostar por una rehabilitación y, al contrario. Hasta hace poco la rehabilitación estaba menos explotada y las circunstancias han llevado a que los jóvenes, ante la imposibilidad de acceder a una vivienda nueva, hayan reactivado este sector.

–¿Cuáles son los retos inmediatos que tiene el Colegio de Arquitectos de Palencia por delante?

–Una idea podría ser que en la sociedad en la que vivimos penetrase cada vez más la inquietud por los edificios, energéticamente hablando. Otra podría ser los conceptos de cómo usar la vivienda. Las casas de nuestros padres eran muy sencillas y los avances han llevado a que ahora estos espacios gigantescos hacen que la gente no se adapte.