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Los vecinos de Pan y Guindas ya no tendrán que esperar mucho más. Llevan años soñando la urbanización de los terrenos más próximos a la antigua fábrica de la Alcoholera, así como con la entrada en servicio de un nuevo centro cívico y comunitario en ... el barrio, en ese preciso edificio industrial abandonado que da nombre a esta zona de la ciudad.
Ya no tendrán que esperar mucho, porque la previsión es que en la parte final del año las máquinas comiencen ya con el movimiento de tierras para crear un nuevo espacio de ocio y esparcimiento sobre lo que ahora son jardines en avanzado estado de deterioro, parcelas valladas y solares baldíos. Pero, finalmente, esta intervención urbanística poco tendrá que ver con el diseño aprobado inicialmente por el Ayuntamiento de Palencia, dado que el nuevo equipo de gobierno ha introducido importantes cambios sobre la propuesta a la que se dio luz verde durante el anterior mandato municipal.
El cambio más importante es la desaparición de un viario para vehículos con el que se pretendía dar una mayor fluidez al tráfico rodado en el barrio. Concretamente, se trataba la conexión de la calle México, que ahora se encuentra cortada, con la avenida de Brasilia, lo que permitirá acceder a las avenidas Buenos Aires y Cuba desde la zona del Vial. Sin embargo, esta intervención ha sido descartada, tras analizar el proyecto con los vecinos, según explicó la alcaldesa, Miriam Andrés, quien señaló que los representantes del barrio habían solicitado que este viario para vehículos se suprimiese para no intensificar el tráfico de vehículos en el interior de Pan y Guindas.
Este cambio se ha aprobado este viernes en la reunión de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Palencia. «Vamos a salvaguardar la esencia de lo que es el barrio de Pan y Guindas, que no deja de ser de una manzana de pisos rodeada de naturaleza. Creemos que es uno de los barrios con más zona verde, con mucho arbolado, y muy antiguo, lo que es una potencialidad del propio barrio», justificó Miriam Andrés, quien además enmarcó la decisión en el modelo de ciudad que quiere impulsar el equipo de gobierno. «Queremos también mantener nuestra idea y nuestro proyecto de ciudad, un proyecto de ciudad amable, con zonas verdes, adaptada a la nueva urbanidad del siglo XXI y hacia esa agenda urbana, en la que se buscan espacios que reducen el calor en la época estival, que propician el tránsito peatonal y que le ganan terreno al tráfico de vehículos», señaló la alcaldesa.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, fue desgranando los detalles del proyecto finalmente aprobado por la Junta de Gobierno Local, «que a finales de año comenzará a ser una realidad», aseveró. El edil destacó que los vecinos han demandado que en el barrio deben prevalecer los espacios verdes y las zonas amables con el peatón, por lo que se ha aprobado este modificado del proyecto, en el que se elimina la calzada para vehículos y se establecen una serie de áreas ajardinadas y peatonales, que conectan entre ellas.
Bilbao señaló que la urbanización de la zona de la Alcoholera se ha presupuestado en 463.437 euros, con una superficie de intervención de 6.382 metros cuadrados, de los que más de la mitad (3.621 metros) estarán ocupados por jardines, y con una serie de paseos que se construirán con arena compactada.
El proyecto de urbanización incluye la reserva de espacios para la construcción de dos bloques de viviendas, que serán de promoción privada, en los terrenos que cedió el Ayuntamiento (junto al Vial y la calle México) a cambio de la titularidad del edificio histórico de la Alcoholera.
Pero además, se va a acotar un espacio en la misma, que servirá como área de recreo para mascotas, de tal forma que los propietarios de los perros podrán soltar a sus animales libremente para que corran y juegan, sin que esto interfiera con el resto de usuarios de la vía pública.
Asimismo, Álvaro Bilbao señaló que el proyecto, que se ha elaborado durante el último año, se licitará en el mes de julio, «y si todo transcurre como tiene que ir, a final de año, los vecinos del barrio de Pan y Guindas podrán empezar a ver la ejecución de las obras», cuyo plazo se fijará en seis meses.
La urbanización de la zona de la Alcoholera debe ir aparejada a la puesta en servicio como centro cívico y cultural del edificio de la antigua fábrica que da nombre a esta parte de la ciudad. Se levanta en la avenida de Cuba, con una característica chimenea fabril y ha permanecido cerrada en los últimos años, tras haber acogido diferentes tipos de negocio. En el año 2019, el Ayuntamiento logró al fin hacerse con la propiedad del inmueble, con el objetivo de reabrirlo como centro cultural para el barrio de Pan y Guindas.
Sin embargo, el proyecto de usos definitivo aún no se ha concretado y lo único que se ha avanzado por el momento es que albergará una sala de estudios, ya que no existe ninguna en ese lado de las vías del tren. El concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao ha manifestado que el último trimestre del año se sacará a contratación externa la redacción de un proyecto de usos y distribución interior de espacios, para que el futuro centro cultural de la Alcoholera pueda ser una realidad.
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