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Taller de edificaciones sobre tierra, en la jornada celebrada en la Fundación Díaz Caneja de Palencia. Marta Moras

Los arquitectos documentan un tercio de los mil palomares del inventario iniciado en 2018

El proyecto que coordina la Diputación y el COAL anima a los propietarios a acogerse a ayudas para su rehabilitación

Jueves, 26 de diciembre 2024, 09:24

Son una seña de identidad en toda la provincia. Conforman el paisaje y cada zona tiene unas características constructivas tanto en la elección de materiales disponibles como en las tipologías, desde la zona de Tierra de Campos y el Cerrato hasta los pies de la ... Montaña Palentina. «Palencia es la zona puntera con palomares. Estos forman parte de la silueta y del paisaje rural que configura el territorio», sentenció Eva Taste, decana del COAL (Colegio Oficial de Arquitectos de León), al que pertenece Palencia que cuenta con una delegación en la capital.

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La celebración en la Fundación Díaz.-Caneja de la iniciativa 'Construir en clave sostenible', organizada por el Observatorio 2030 del CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de Esp´ña) puso el foco en la arquitectura tradicional, en los materiales antiguos, en la posibilidad de que estos puedan ser utilizados en edificaciones modernas y sostenibles y también en los palomares.

«Una de las funciones de los colegios de arquitectos es la divulgación de la arquitectura a los ciudadanos y que estos puedan acudir a pedir asesoramiento, a participar en las charlas o formaciones que se dan. Una de las partes importantes es poner en valor la arquitectura de los territorios y, en el caso que nos ocupa, el territorio de Tierra de Campos, que destaca por su gran calidad en arquitectura popular, en arquitectura de tierra, en arquitectura vernacular», explicó la decana, quien repasó las distintas acciones de COAL, entre las que se encuentra el proyecto 'Palomares de Palencia', en el que colabora con la Diputación de Palencia para difundir y proteger el patrimonio arquitectónico de la provincia.

«Estos palomares pueden ser un gravamen para el propietario de un palomar y en estas jornadas se ha explicado cómo proceder a la rehabilitación de un palomar y lo que no hay que hacer, que eso también es muy importante», subrayó. Por ejemplo, la tierra se lleva muy mal con el cemento y si un palomar está desconchando o con humedades, no se puede poner mortero de cemento porque va a empeorar el sistema constructivo y se va a degradar más rápidamente. Por contra, desde COAL señalan que es mejor utilizar las técnicas tradicionales para rehabilitar bien estos palomares y siempre contar con la prescripción de profesionales que sepan lo que hay que hacer en estas construcciones tradicionales.

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«Se han llevado a cabo jornadas formativas, algunas de la Diputación y el Colegio de Arquitectos, para que los ciudadanos que tienen propiedades, sea un palomar, una casa de adobe o un apero de labranza, sepan lo que pueden hacer, lo que no, con quien pueden contar para asesorarse y también damos a conocer las ayudas, ya que en primera instancia pueden ser un gravamen, pero la Diputación es muy activa y ofrece varias líneas de subvención para rehabilitar palomares u otros ejemplos de arquitectura tradicional», explicó Eva Taste.

El proyecto Palomares de Palencia, que coordina la arquitecta Pilar Diez, inició su andadura en 2018, año en el que se fijan las bases para la documentación y caracterización de esta arquitectura. Según el profesor Manuel Malmierca, quien realizó una gran labor de inventario de palomares, se contabilizaron casi 950 en toda la provincia de Palencia. Este dato que se contemplaba desde hace cinco años ha variado, según señaló Pilar Diez. «Hemos estado documentando la zona del Cerrato y hemos encontrado muchísimos edificios que son palomar y tienen un uso mixto, que digamos que están vinculados a la caseta o la cuadra, pero como edificios exentos y sabemos que esos no estaban en el primer conteo del profesor Malmierca y entonces hay más de mil».

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El objetivo del programa desde el principio ha sido desarrollar un conjunto de medidas para proteger estas arquitecturas de tierra, para lo cual se hace necesario en primer lugar definir un método actuación, de cara a desarrollar medidas de protección efectivas que pudieran ponerse en marcha desde las propias instituciones, como así ha sido con la convocatoria de ayudas que la Diputación.

Otros objetivos paralelos que se suman a la protección de los palomares son la activación de los municipios en los que se ubica, de modo que pueda generarse un sentimiento identitario o de pertenencia comunitario, que pueda ser la semilla generadora de actividades futuras y propias para la protección de este patrimonio. «Ya estamos como en una tercera parte, cerca de los 300, de la base en la que estaban contabilizados mil, pero hay muchos más. Hemos visto que los números se nos desbordaban y tenemos muchísimos más de los esperables, lo que es una buena noticia», reconoció Pilar Diez.

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Cada localización en la que trabajan la convierten en una ruta para que sea algo recorrible en sí mismo. Así, existe la ruta Oeste, donde están los municipios de Tierra de Campos desde Villamartín, Pedraza, Torremormojón, Capillas, Guaza y Frechilla. La ruta Este cuenta con Astudillo, Támara y Santoyo, «que en esos tres municipios hay 22 edificios, por lo que son una ruta en sí mismos y están bastante bien conservados». Luego se encuentran los municipios del Camino de Santiago, con una ruta específica que recorre desde Boadilla, y también la zona Sur del Cerrato «donde hemos complementado Baltanás, Cevico Navero, Castrillo de Onielo o Vertavillo, que son municipios que ya tenían un conjunto histórico y la relación con los palomares es paisajística, completamente diferente a Tierra de Campos, son hitos», explica.

Tras haber documentado ya la tercera parte de los mil palomares iniciales, han decidido continuar con una edición del trabajo realizado ya. «Estamos embarcados en la elaboración de una publicación de todo el material que ya tenemos hecho hasta ahora. Estamos haciendo mucha difusión, todo está disponible a través de la web (palomaresdepalencia.es, pero queremos que haya ese formato en papel que se convierta en un catálogo o volumen de consulta donde esté disponible todo ese trabajo», comentó. «Si algún día las redes desaparecen, que lo tengamos en papel. En ese trabajo estamos ahora mismo», agregó.

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Una segunda vida para las edificaciones tradicionales

Reconstruir los palomares en ruinas o los que están deteriorados es muy importante, pero también darles una segunda utilidad. «Es importante darle una segunda vida a estas edificaciones que pertenecen a nuestro patrimonio y a nuestro paisaje territorial», argumenta la decana de COAL, Eva Taste. Dentro de los palomares de la provincia, ya se están llevando a cabo nuevos usos para estas edificaciones tradicionales. «Por ejemplo, el palomar de Amayuelas es un banco de semillas y visitable, y en el Camino de Santiago, en Villasirga, hay un palomar vinculado al bar del Camino que es como expositivo y visitable», explicó la coordinadora del proyecto Palomares de Palencia, Pilar Diez, quien también se acuerda de Villamartín, donde un palomar forma parte de una cuadra de caballos.

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