Imagen este jueves del santuario de Nuestra Señora de Alconada en Ampudia. Marta Moras

Alconada sigue a la espera del informe de la Guardia Civil para reparar los daños del incendio

Dos meses después, solo se ha retirado el escombro e impermeabilizado las bóvedas del santuario de Ampudia para evitar filtraciones si llueve

Viernes, 1 de octubre 2021, 07:53

Transcurridos casi dos meses desde que el pasado 5 de agosto un aparatoso incendio devastase la cubierta del edificio y obligase a los bomberos de los parques de Ampudia, Paredes de Nava y Venta de Baños a trabajar sin descanso para sofocar unas llamas ... que hacían temer que el inmueble pudiera ceder por completo, el santuario de Nuestra Señora de Alconada de Ampudia sigue a la espera del informe de la Guardia Civil para iniciar las obras de reparación de los daños. Y es que en todo este tiempo, solo se ha podido retirar el escombro e impermeabilizar con mortero las bóvedas, sobre todo la de la cúpula, para sellar las grietas y evitar las filtraciones de agua en caso de que llueva, según incidía ayer David Pérez, el párroco de Ampudia.

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«Como aquí entran en juego los seguros, hay que esperar al informe de la Guardia Civil para empezar a reconstruir todos los tejados», señalaba David Pérez, que señalaba que lo hecho hasta ahora ha sido «para proteger por todos los medios a las bóvedas».

Y es que ese era el temor el día del incendio y los sucesivos, que cedieran las bóvedas, de ahí que los bomberos se afanasen en que el agua vertida sobre la cubierta fuese la precisa para apagar la llama pero no para empapar la piedra de las bóvedas y que, por efecto del peso, estas cedieran.

«Como entran en juego los seguros, hay que esperar al informe de la Guardia Civil», señala el párroco de Ampudia, David Pérez

El incendio en el santuario de Alconada se declaró en torno a las 21:00 horas del pasado 5 de agosto, y quedó controlado en la mañana del día siguiente, tras cinco horas de voraces llamas que hicieron temer lo peor, si bien solo devastaron la cubierta, sin causar daños en las dependencias del santuario ni del convento, en el que viven tres religiosas de la orden cisterciense. Las primeras tesis apuntaban a que el origen del incendio pudo estar en una máquina o una herramienta de soldadura utilizadas en las obras de reparación de la cubierta del edificio (estaba en reparación desde hacía aproximadamente medio año) que pudiera haber quedado encendida o estar muy caliente debido a las elevadas temperaturas propias del mes de agosto.

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