V. C. G. y A. C. G., de 65 y 53 años, respectivamente, para quienes el Ministerio Público pedía inicialmente sendas penas de 8 años y 6 meses de cárcel y el pago de una indemnización conjunta de 15.000 euros por un presunto delito ... de homicidio en grado de tentativa en la persona de F. C. G., de 45 años y hermano de ambos, con una barra de hierro y con una estaca afilada tras un conflicto por el ganado, negaron ayer en la vista oral en la Audiencia que su propósito fuera el de matar a su hermano y que solo trataron de reducirle cuando mostró una conducta agresiva e inició la pelea.
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El fiscal, que consideró en su escrito inicial que concurrían en los dos acusados las agravantes de responsabilidad criminal por parentesco y abuso de superioridad, modificó ayer sus conclusiones y pidió para cada uno de ellos una pena de cinco años de prisión por un delito de lesiones agravadas por uso de instrumento peligroso. La Fiscalía acusa también a F. C. G. de un delito leve de lesiones, si bien entiende que concurre en este último la eximente de la responsabilidad criminal de legítima defensa y pide su libre absolución.
Por su parte, la acusación particular mantuvo su solicitud de penas por homicidio en grado de tentativa, si bien se adhirió a la petición del Ministerio Público como alternativa.
Según el escrito del fiscal, los hechos se remontan a las 12:45 horas del 17 de septiembre de 2015 en Villanueva de Arriba, cuando F. C. G. soltó el ganado en una pradera situada cerca de una nave propiedad de A. C. G., con quien, al igual que con V. C. G., mantenía una mala relación.
Teniendo conocimiento de ello, A. C. G. y V. C. G., fueron hacia él por el camino que lleva a la localidad, portando el primero una barra de metal hueca de 1,5 metros y el segundo, una estaca de madera de las que se coloca en los cercados con la punta afilada, «con el propósito de quitarle la vida».
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Según el escrito de la Fiscalía, una vez llegaron allí iniciaron una discusión en la que se insultaron mutuamente y V. C. G. se situó delante de la víctima y A. C. G., detrás. A continuación, presuntamente le golpearon varias veces en la cabeza con la barra y le clavaron la estaca en una pierna. El escrito de la Fiscalía recoge que V. C. G. y A. C. G. se marcharon dejando a su hermano inconsciente en mitad del prado. Cuando recobró el conocimiento, F. C. G. llamó al 112 y a la Guardia Civil.
La víctima sufrió policontusiones, una herida incisa en la región fronto-parietal izquierda, hematomas y hemorragia en una pierna que, según el fiscal, le pudo causar la muerte de no haber acudido a los servicios de urgencias.
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F. C. G. afirmó ayer por su parte que soltó el ganado allí porque el día era lluvioso y quería estar cerca, que él podía estar allí y que vio bajar a sus hermanos portando algún objeto en las manos, «pero no veía el qué».
«Lo primero que me dijeron fue que me venían a matar, A. C. G. llevaba un tubo de hierro y V. C. G., una estaca. Uno se colocó delante y el otro detrás, y empezaron a golpearme. Yo lo único que hice fue cubrirme con el tabardo que tenía en la mano. Así estuvieron dos minutos, hasta que caí al suelo y les oí decir 'este ya tiene bastante'. Después perdí el conocimiento y cuando desperté, la pierna me sangraba abundantemente. La lesión en la pierna me la hizo V. C. G., que era el que me daba en las piernas. Querían matarme, porque me dejaron tirado como un perro», concluyó.
En su declaración ayer en la Audiencia, V. C. G. afirmó que no mantiene relación alguna con su hermano F. C. G. desde las discusiones entre ambos por la herencia tras la muerte de su madre en 2013 y que fue a Villanueva de Arriba la noche anterior a los hechos desde Palencia, donde reside. Asimismo, señaló que el 17 de septiembre de 2015 fue a la nave a ayudar a un empleado que tenía entonces y que vio a su hermano F. C. G. llegar con el ganado a unos 200 metros de su casa, que él siguió a lo suyo y que después escuchó voces e insultos, sin que acudiera al lugar donde estaban sus hermanos discutiendo. Incidió en que, cuando terminó su tarea, se fue para casa y que volvió a ver a su hermano F. C. G. y le preguntó que qué hacía allí, que este le dijo «¡ven, ven, que te estoy esperando!» y que le empujó y le tiró al suelo.
«Cogí un listón de una puerta de casi dos metros, porque había allí tirados varios marcos, y ahí empezó la pelea. Él me dio en un hombro con un palo con un hierro que lleva para golpear a las ovejas, se quitó el tabardo y la mochila que llevaba y levantó el palo. Le vi que se le hinchaba la vena y empecé a dar con el listón de madera a su palo. Le hice una herida en la cabeza y le pedí perdón, pero le entró la furia y estuvimos con esa pelea de palos dos minutos. Yo rompí el suyo, porque es ligero, y le di golpes en las piernas y en los brazos para que se fuera hacia atrás. Caímos los dos al suelo en un forcejeo cuando salió mi hermano (A. C. G.), que no llevaba nada, y nos separó. Cuando se levantó, me enseñó el móvil (F. C. G.) y me dijo ¡os tengo que matar a los dos!», señaló en su declaración V. C. G., que aseguró que se fue para casa porque tenía el hombro «fastidiado». «Yo no le clavé ninguna estaca en las piernas ni vi ningún palo con sangre», agregó V. C. G., que incidió en cómo, al irse de allí, él y A. C. G. recogieron el hierro del cayado de F. C. G. y un cuchillo que este intentó sacar de la mochila.
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Por su parte, A. C. G. aseguró que el día de los hechos él estaba en la nave y V. C. G. con un empleado cuando apareció F. C. G.. «Le vi en la finca al lado de la nave y le dije que se fuera de allí porque las ovejas estaban mordiendo los cables de los remolques. Me dijo que podía estar allí igual que yo y que me tenía que matar. Me fui a la nave y oí insultos, cuando salí les vi ya enzarzados. Yo intenté separarles y cayeron los dos al suelo, F. C. G. se levantó y cogió el teléfono para llamar a la Guardia Civil. Yo no vi la pelea de palos, estaban ya a puñetazos. Le empujé a F. C. G. para separarles, ni le golpeé en la cabeza ni le clavé una estaca en la pierna», señaló.
«F. C. G. llevaba una astilla a ras del pantalón, pero no sangraba. Estaba muy agresivo, él no podía estar en la finca porque no tiene autorización. Fue a provocar», agregó.
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