El acusado, durante el juicio en la Audiencia. El Norte

Palencia

El acusado de detención ilegal y agresión sexual continuada dice que estuvo en un camping

Asegura que quedó con su expareja para repartirse «unas cosas» y tuvieron una relación inacabada por su falta de erección antes de irse a Llanes

Miércoles, 29 de enero 2025, 07:02

La Audiencia de Palencia ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra un hombre, D. F. T. L., de 38 años, para quien la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de quince años de prisión por un presunto delito de detención ilegal ... en concurso medial con un delito continuado de agresión sexual y con un delito de robo con violencia, y una pena de dos años de prisión por un presunto delito contra la integridad moral. La víctima, una mujer extranjera, A. M. K., se ratificó el lunes en su denuncia y el acusado ha declarado este martes antes de las conclusiones finales de las partes.

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Según el fiscal, el acusado mantuvo una relación sentimental con convivencia con A. M. K. desde mediados de 2012 hasta febrero de 2020. La relación finalizó en esa fecha por decisión unilateral de la mujer, no estando el acusado conforme con el fin de la misma. Motivada por un sentimiento de culpa, A. M. K. prometió al acusado pasar con él el 12 de septiembre de 2020 y acudió a mediodía al domicilio de este, en una localidad de Palencia situada en la comarca de Tierra de Campos.

Nada más llegar, el acusado le pidió a A. M. K. la entrega de su móvil con la excusa de que no le llegaban los mensajes. La mujer se lo dejó pero le pidió la devolución del teléfono y el acusado, tras negarse en un principio, terminó dándoselo, pero acto seguido se lo arrebató de la mano. Le insistió en que le diera la contraseña del móvil y así poder observar las conversaciones mantenidas por A. M. K., terminando esta por proporcionársela. En ese momento, la mujer intentó pedir ayuda mediante el botón SOS de su reloj, pero el acusado se dio cuenta y también se apoderó de él.

El acusado interrogó a la mujer sobre las conversaciones que observó en el teléfono móvil. A sus respuestas, la golpeó con bofetadas y golpes en la cara. El acusado le introdujo los dedos en la vagina e inmediatamente la penetró vaginalmente. La mujer intentó de nuevo resistirse pero, ante los nuevos golpes del acusado, dejó de oponerse con la única intención de que todo acabara cuanto antes.

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Durante toda la tarde del 12 de septiembre de 2020, el acusado siguió el interrogatorio en relación con las conversaciones que constaban en el teléfono móvil de la mujer. Asimismo, continuaron los golpes y, en dos momentos distintos, la penetró vaginalmente y le introdujo los dedos en la vagina.

En la mañana del 13 de septiembre de 2020, cuando ambos se despertaron, el acusado volvió con el interrogatorio a la mujer. De nuevo y por última vez la penetró vaginalmente, alegando ella que le dolía, dejándole el acusado vestirse y permitiéndole salir para ir a su domicilio, situado en otra localidad de Tierra de Campos. Sin embargo, lejos de dejarla ir sola, la acompañó y se trasladaron en el vehículo de la mujer. Cuando llegaron a la localidad, ambos subieron a la vivienda y, sobre las 11:00 horas, preocupado por la mujer, se personó en el lugar C. R. P., que llamó al telefonillo. El acusado le impidió a la mujer que dejara subir al domicilio al hombre, que insistía. Sobre las 12:00 horas, ella logró abrirle la puerta del portal y cuando C. R. P. subió, ella pudo escapar.

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Durante su declaración este martes, el acusado ha asegurado que, a partir de la ruptura, «fue todo un vaivén». «Estábamos y no estábamos, yo intentaba mantener un contacto sano con ella pero no estaba bien anímicamente y mi actitud no fue la correcta», ha afirmado D. F. T. L., que ha insistido en que después de romper ambos se fueron en varias ocasiones a hacer rutas y viajes y siguieron manteniendo relaciones sexuales.

«El 12 de septiembre de 2020 quedamos en mi domicilio para que ella me trajera unas cosas que habíamos comprado durante años y que íbamos a repartir y empezamos a tontear, mantuvimos relaciones sexuales normales aunque no podía tener una erección normal por una medicación que estaba tomando. Llegamos al acuerdo de grabarlo porque yo pensaba que iba a ser la última vez. Yo intenté que ella me motivara para que mi pene se pusiese erecto, pero ella me dijo que le estaba cortando el rollo y se acabó el intento de relación. No cabían en el coche de mi amigo todas las cosas que me tenía que llevar y quedamos valorar al día siguiente qué me iba a llevar. De allí nos fuimos mi amigo y yo al camping de Llanes y estuvimos hasta muy tarde allí haciendo una parrilla. Al día siguiente volvimos a la casa con la intención de que me trajera ella las cosas, pero no lo hizo y me mosqueé, así que volvimos al domicilio de ella en el coche y mi amigo en el otro detrás. En la casa seguimos discutiendo y yo empecé a reunir las cosas que me iba a llevar mientras ella se duchaba para ir a trabajar. No oí que C. R. P. llamara el timbre, cuando subió él se abalanzó hacia mí y empezamos a tortazo limpio y empujones, ella ma agarró por detrás e intentaron ambos tirarme por las escaleras abajo. Salí corriendo y le dije a mi amigo que nos fuéramos de allí», ha declarado el acusado.

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«No fui al médico porque no pensé que las lesiones que tuve fueran para poner denuncia, pienso que ella me ha denunciado para quedarse con la casa que habíamos solicitado y que el Ayuntamiento ponía como condición para quedarnos con ella que fuéramos pareja», ha agregado.

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