Luis Tudanca y Alfonso Fernández Mañueco, en el despacho de la Presidencia de la Junta de Castilla y León. GABRIEL VILLAMIL

¡Qué haría Mañueco sin este PSOE!

Tudanca, secretario regional socialista, que no líder, tiene ya la cruz hecha. Acaba de aumentar la división en su partido, como si este no tuviera bastante lío con Koldo

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 3 de marzo 2024, 00:33

E l que asó la manteca es un Einstein de la vida al lado de Luis Tudanca, el secretario regional, que no líder, del PSOE. Solo a Tudanca se le ocurre en la 'semana horribilis' que está atravesando su partido a cuenta del 'Caso Koldo' ... y justo el día en el que se reabre la vista oral por la 'Perla Negra' (que investiga si hubo corrupción en el alquiler y compra del edificio de Arroyo con un Gobierno regional del PP) poner una bomba de relojería en los bajos de la ejecutiva regional socialista y accionarla al expulsar de la dirección de su grupo parlamentario, y dejar sin el suculentísimo sueldo de algo más de 90.000 euros al año, a la procuradora Nuria Rubio, secretaria de Organización del todopoderosísimo PSOE leonés. La decisión ha elevado a categoría pública la guerra interna que vive desde hace meses el PSOE regional, de consecuencias incalculables, pero de resultado previsible: Tudanca tiene los días contados. No será inminente, no; pero desde dentro de su partido lo harán pedazos más pronto que tarde. Le salva que nadie quiere 'comerse' ser cartel socialista en las próximas autonómicas por que eso aboca a una más que nueva sonora derrota, pero a Tudanca, por méritos suyos, sobre todo, le han hecho ya la cruz.

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De la guardia pretoriana tudanquista, con ostentación en redes sociales del buen rollito que decían había entre las cuatro procuradoras que le reían siempre las gracias a su secretario regional, que no líder (la defenestrada de León; la mandamás del partido, la zamorana Ana Sánchez; la salmantina Rosa Rubio, que ha sido reforzada, y la vallisoletana Patricia Gómez Urbán), el mismísimo Tudanca ha expulsado a la que nada menos es la número dos del PSOE leonés que dirige Javier Alfonso Cendón. Lo que es claramente una 'vendetta' del burgalés hacia el leonés, la acaba pagando la procuradora. «No responde a intereses políticos y mucho menos en beneficio de la provincia», respondió públicamente el PSOE de León a Luis Tudanca. La guerra interna es pública del todo.

Tudanca carece del apoyo de quien mejor relación tiene desde estas tierras con Pedro Sánchez, el ministro sonrisa del régimen sanchista Óscar Puente, también secretario provincial del PSOE de Valladolid. No tiene el apoyo del alcalde soriano, Carlos Martínez, referencia municipal de los socialistas dada su facilidad para concatenar mayorías absolutas. No dispone del apoyo del PSOE leonés, la federación de mayor peso del partido en la comunidad. Por parte de la ejecutiva federal, que estos días ha visto como quien otrora mandaba en Ferraz, José Luis Ábalos, les ha dado un corte de mangas yéndose al grupomixto del Congreso, tampoco parece que le llegue a Tudanca el más mínimo aprecio.

Nuria Rubio, respaldando a personal sanitario de León durante una protesta. Campillo-Ical

Lo que ha hecho Tudanca destituyendo a Nuria Rubio es, desde el punto de vista político, estratégico y personal, como todo lo que lleva haciendo en el PSOE desde que es secretario regional y candidato a la Presidencia de Castilla y León: incomprensible (hacer esto esta semana...), inexplicable e incoherente (cargarse a una procuradora que él mismo considera tiene una acción «ejemplar» e «intachable» y es «pieza fundamental» del grupo parlamentario), ininteligible (esta guerra enfrenta aún más a los socialistas) e indescifrable (¿por qué más división?).

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Pero alguien, y no es el PSOE y no es él, se tendrá que beneficiar de esto por que en política todo lo que daña a alguien favorece a otro. ¿Qué le queda a Tudanca, en esta carrera cuesta abajo por ese tobogán que él mismo ha untado de vaselina para caer más deprisa? Le queda el aprecio, la atención, qué digo, hasta el cariño, del verdadero receptor de los beneficios electorales de semejante dislate tudanquista: Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta y del PP de Castilla y León. Única y exclusivamente Mañueco, en su carrera hacia la mayoría absoluta en las próximas autonómicas. Mañueco, al que había ganado Tudanca en 2019, cambió un socio políticamente malo, Ciudadanos, por uno peor, Vox, y ganó los comicios adelantados de 2023. Hoy está a punto de que los de Juan García-Gallardo y Santiago Abascal le regalen el arma electoral que necesita para aguantar bien 2024 y 2025, el Presupuesto de la Junta. Y si surgiera de la 'Perla Negra' alguna sentencia contraria, Mañueco y los suyos ya han dejado claro que eso no va con ellos, que es cosa de otro PP, el de los gobiernos de Juan Vicente Herera y el de las consejerías de Tomás Villanueva.

¡Qué haría Mañueco sin Tudanca! Incluso si la federal del PSOE tratara de que en las próximas autonómcias Tudanca no fuese el cartel del PSOE, Mañueco se beneficiaría: otro candidato o candidata socialista no tendría tiempo de ilusionar al electorado. Cuando este cronista bautizó a Tudanca como el undécimo consejero del Gobierno de Mañueco nunca pensó que el secretario socialista, que no líder, le fuese a dar la razón con tanta insistencia. Pobre PSOE de Castilla y León.

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