Alfombra roja, alfombra azul

Pero que no recojan la alfombra roja. Es más, que extiendan otra azul. Ya que tanto PSOE como PP insisten en 'polarizar', así los de cada partido podrán desfilar por su propia alfombra en las próximas semanas. Todos, los de la roja como los de la azul, están pendientes de las elecciones gallegas del próximo domingo. La tumba política de Feijóo si Rueda, su delfín, pierde la mayoría absoluta. El único dirigente regional que respira algo tranquilo, pase lo que pase, es Alfonso Fernández Mañueco, que en la campaña gallega ha sido invitado como uno de los poquísimos políticos de su partido de fuera de Galicia a intervenir en actos para pedir el voto. Al nivel del andaluz Juanma Moreno y la madrileña Isabel Díaz Ayuso. El orfeón de corifeos que tiene el presidente salmantino en su gabinete no deja de aplaudirle por estar en ese tridente.

Pero van a tener que sudar tinta para que el PP siga con mayoría absoluta en Galicia. Los de Feijóo no aprendieron nada de la desastrosa campaña que hicieron en las generales de julio pasado. Repiten errores. En julio todas las encuestas, excepto el CIS, daba mayoría absoluta al bloque de la derecha; siete meses después eso mismo pasa en Galicia. En julio, los del PP fueron tan 'sobraos', se veían tan en La Moncloa, que Feijóo se permitió el lujo de acudir solo a un debate; como ha hecho ahora su candidato en Galicia. Un detalle: si esta semana Rueda acude a otro debate en Galicia es que los populares tienen encuestas que les dejan sin mayoría absoluta. De perderla, gobernará la izquierda. Y si gobierna la izquierda, Feijóo tendrá los días contados. Hay apuestas en cenáculos del propio partido. Y movimientos, pese al sudor frío, entre dirigentes populares. El único que no ofrece gestos de preocupación es Mañueco: ¡Lleva meses poniendo una vela a Feijóo y otra a Ayuso!; así nunca pierde.

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En la política regional esta semana se ha visto que el PP, por primera vez en muchos lustros, no tiene un interlocutor directo con agricultores y ganaderos. Un interlocutor preparado, claro. Cuando los tractores rodearon el martes las Cortes de Castilla y León el PP envió a hablar con ellos a 'guapo de discoteca' (XÁvila dixit), Raúl de la Hoz, que sabrá mucho de armas legislativas pero no del campo. Desde que el PP prescindió de José Valín no tiene un interlocutor propio cien por cien agrario. Es lo que tuvo ceder la Consejería de Agricultura a los de García-Gallardo y Abascal. Por cierto, el 'vicenada' de la Junta esta semana ha probado las hieles de solo hacer política de campanario y bandera: un grupo de agricultores le recriminaron que solo buscara la foto.

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En próximas semanas, los socialistas continuarán desfilando por la alfombra roja que les obliga a pisar Pedro Sánchez con su empecinamiento en amnistiar a Puigdemont para seguir en La Moncloa. Ahí está Luis Tudanca, secretario regional que no líder, que ha hecho cambios en su núcleo de fieles para que nada cambie en el PSOE. ¡Un genio en esto del gatopardismo político! Así podrá seguir atornillado al escaño de a 100.000 euros al año, pese a su aura de irredento perdedor.

Y a los populares, la política regional les tiene reservada una alfombra azul muy especial puesto que el 26 de este mes (en solo 15 días) comienza el juicio de la 'Perla Negra', que deberá determinar si hubo corrupción en el arrendamiento y compra por parte de la Junta de Castilla y León del edificio de Arroyo conocido como el barco de la película 'Piratas del Caribe'. El juicio va a durar hasta el 8 de mayo (febrero, marzo, abril, mayo... ¡Uff!) y por la alfombra de los juzgados, donde se sentarán en el banquillo los excargos de la Junta con el PP Rafael Delgado,Begoña Hernández, Juan Carlos Sacristán y Alberto Esgueva, van a desfilar primeros espadas políticos de los últimos años. Habrá reventa los días en los que comparezcan en calidad de testigos el expresidente Juan Vicente Herrera y el exdelegado, entre otros cargos, Pablo Trillo, el único del que se tienen noticias de que duerme tranquilo: avisó a sus superiores sobre la 'Perla Negra'.