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Ibarrola
Hacerse esperar
Crónica del manicomio

Hacerse esperar

«Hay quien se hace esperar espontáneamente, por dejación o indolencia, y hay quien lo hace deliberadamente, porque cree sacar provecho y dar señales de superioridad»

Fernando Colina

Valladolid

Viernes, 11 de abril 2025, 06:46

Hacerse esperar es un hábito bastante extendido que genera mucha incomodidad. Hay quien se hace esperar espontáneamente, por dejación o indolencia, y hay quien lo ... hace deliberadamente, porque cree sacar provecho y dar señales de superioridad. Al primero tendemos a perdonarle sin mayor esfuerzo. A lo sumo nos protegemos de sus descuidos pagándole con la misma moneda. Pero lo hacemos sin rencor, solo por espíritu de supervivencia y cierto anhelo de libertad. La espera a veces se convierte en una cárcel de la que es difícil escapar, como si quedáramos presos por la soga del tiempo y la voluntad del impuntual. En sentido contrario, también hay personas incapaces de llegar con retraso. Temen la posibilidad de herir a la gente e indisponerla en contra. Prefieren cargar con la demora ajena antes que descuidar los principios de respeto e igualdad que cultivan con los amigos.

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