Libertad de taquimecanografía

Políticos de derechas, y no solo en Madrid, que aportan miles de euros en publicidad institucional bien fraccionadita a buleros profesionales con un canal de youtube o una web plagada de basura. ¿Para qué? ¿Para que contribuyan a la libertad del periodismo y su independencia? No. Para que sigan haciendo su trabajo. Y su trabajo no es informar, sino precisamente desinformar. Bulería, bulería.

Políticos de izquierdas que incluyen en el epíteto fachosfera a todo aquel cuya línea editorial no les convenza, mezclando pseudomedios con medios incómodos y reduciendo este debate a un «conmigo o contra mí» sin matices.

Políticos de ambos lados que acreditan a basuras con micrófono en las instituciones.

Políticos ambidiestros que intentan imponer el título, el subtítulo, el tamaño de la foto y quién debe o no salir en ella. Y que amenazan para lograrlo con retirar esa publicidad institucional malamente regulada porque, como la mordaza, está mejor así.

Políticos, vaya, que no quieren libertad de prensa. Quieren libertad de taquimecanografía. Y que sean ellos los que dictan, nosotros los que transcribimos y ustedes los que degluten todo sin masticar.

Pues ojalá no. Ojalá nunca. Al menos mientras en el título de la pared siga poniendo «graduado en Periodismo».