«Ya era hora de que la lotería se acordara de Valladolid»

Solo reaccionó cuando el locutor de radio dijo que había sido consignado en su administración, la denominada Gato Negro, en plena Plaza Mayor de Valladolid: «Me mencionó, dijo que se había vendido en la número 18 de Valladolid, y me sobresalté. Entonces salí fuera para comprobarlo y casi de forma inmediata empezó a sonar el teléfono de gente que quería confirmar que le había tocado o de allegados que nos querían dar la enhorabuena», comentaba este administrador de loterías, primerizo en lo que a repartir suerte se refiere, pues es el primer premio grande que consigna en los sorteos navideños. «Y esperemos que ayude a promocionar el despacho», confiaba.

Por la ventanilla de esta administración han vendido cien décimos del tercer premio, agraciado con 25.000 euros cada uno. En total, 2,5 millones de euros que han sido muy repartidos, pues a los clientes habituales de este despacho se suman los de turistas que se llevan un boleto de Valladolid en plena Plaza Mayor. Algunos, según confesaba el propietario, buscaban en este número una fecha especial que pudiera coincidir con el 26 de julio de 2006, aunque otros lo compraron al azar.

En este último caso se encuentran tres de los pocos clientes que se acercaron a celebrarlo a la administración y a brindar con el champán que el cercano restaurante 'El Majao de Sebi' llevó para congratularse por la suerte que habían repartido sus vecinos. «Nos vamos a volver a ir de Luna de Miel», comentaba Laura Andrés, una de las agraciadas con este décimo, que tenía intención de compartir con sus familiares.

Fue también el azar el que quiso que María Jesús Carrera diera a Enrique Parra los dos décimos que resultaron premiados. Uno para él, gestor energético y portavoz del PP en Traspinedo, y otro para sus amigos María Jesús Puertas y Marcos Maldonado. «Tengo amistad con el dueño de la administración y les dije que me dieran ese número, que les pillaba más a mano, pero sin saber cuál era siquiera», comentaba ayer entusiasmado. ¿Para qué lo utilizarán? «Para tapar algún agujero», comentaba entre risas.

Hasta el pasado mes de agosto, la administración 18 fue uno de los establecimientos que sufrieron las obras del aparcamiento de la Plaza Mayor. «Y parece que ahora el destino nos ha querido compensar», sonreía Julio Díez. El de ayer es el primer premio de El Niño consignado en El Gato Negro, con 39 años de historia. El próximo 26 de febrero hará dos años que el despacho se trasladó a la Plaza Mayor. Entonces cogió las riendas Julio Díez, hasta entonces comercial, con el objetivo de repartir suerte entre los vallisoletanos, «de los que no se suele acordar la lotería de Navidad». Esta vez, dice, el sino ha cambiado. «Ya era hora, porque nos tenía abandonados. Solo hace falta que siga así», deseó.