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«Salió una luz azul por los enchufes» asegura algún vecino poco después de que empezase a granizar con fuerza sobre León. Muchos de los propietarios del 'edificio Abedules' (los portales dos y cuatro de la calle Frofesor Fernández de Castro, y los uno y tres de la calle Club Ademar, en la zona de Espacio León) empezaron a mirar por sus ventanas. Otros veían la televisión. Todos ellos se sorprendieron al ver el destello de un rayo iluminando todo y un estruendo tremendo.
Ana, vecina de la calle Club Ademar dice antes de regresar a su casa a mediodía: «Fue como una bomba. ¡Boom! ¿Y la luz? Fue una luz muy rara, como azulada. Nos preguntamos qué fue porque fue el único, no cayeron más». Con la sorpresa aún en el rostro comenta como «en mi casa no ha pasado nada pero hay personas sin luz. Y no tenemos televisión hasta mañana pero seguro que hay más averías» transmite Leonoticias.
Desperfectos que también ha provocado el granizo. Un técnico de una compañía de desatrancos va de portal en portal y aún le falta por ver los garajes. El presidente de la comunidad le acompaña y muy rápido nos comenta que «nos falta mucho por ver, aún no hemos subido ni al tejado» mientras acompaña al trabajador.
El administrador de la finca, Raúl Morán recorre todos los portales afectados colocando un aviso para todos los vecinos: «Hasta mañana no tendrán televisión. El ascensor ya se ha recuperado pero hay que valorar un montón de elementos más que se han podido ver afectados».
Otro vecino llega paseando a su perro a la hora de comer. Jorhe estaba viendo el partido del Real Madrid contra el Atlético de Madrid cuando «justo a las diez y veinte, o y media. Estábamos viendo el partido, cayó el rayo y se fue… Debió caer en algo del edificio, donde la antena de la televisión o algo. Otro vecino me ha contado que estaba en la cocina y me ha dicho que le salieron chispas por los enchufes, una luz azul. Un bombazo exagerado. Fue gordísima y por lo menos el granizo paró».
Agustín, se va con el taxi a trabajar y relata que estaba en casa de sus suegros viendo el partido y que cuando volvió se dio cuenta de que «los ascensores no funcionaban. Y esta mañana, los plomos habían saltado».
Casi sin voz, Jennifer, que sale de su bloque, no estuvo anoche en casa y sabe que algo ha pasado porque «he llegado hoy y me ha dicho una vecina que estábamos sin ascensores. Yo la he preguntado qué cuándo nos habíamos quedado sin ellos y me ha contado lo que ha pasado»
Los vecinos de estos bloques, tras el susto inicial e ir recuperando la normalidad poco a poco, se enfrentan ahora a un sinfín de gestiones con los diferentes seguros y compañías para evaluar daños y reparar todo cuanto antes.
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