Juicio contra Pedro Muñoz

Las lesiones de Raquel «no son de una sola causa. Ni precipitándose por el hueco de un ascensor»

Las médicos forenses que han declarado en esta jornada han insistido en que «hay lesiones situadas en zonas contrapuestas», por lo que han asegurado que «es imposible se sean todas de una caída». Según informa Leonoticias, la perito también ha explicado a la sala estas lesiones por las diferentes partes del cuerpo explicando que «es imposible» que tras la caída la víctima tuviera un traumatismo en la cabeza.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2020, en la finca que Raquel Díaz y Pedro Muñoz compartían en Toreno -León-. El varón, expolítico en el Ayuntamiento de Ponferrada y en la Diputación de León, está acusado por la fiscalía de un delito continuado de lesiones agravadas que dejaron a su exmujer paralítica y con severos daños neuronales; la acusación pide intento de asesinato.

Las dos declarantes que pasaron en esta quinta sesión del juicio por la sala de la Audiencia Provincial de León aseguraron en su primer informe que «las lesiones no son de haberse caído desde poca altura». Una de ellas recuerda que «en ese momento se nos dijo que se había caído de un escalón» En un segundo informe, hablan de «choques contundentes» en diferentes lesiones, «como por ejemplo en el ojo contra un puño». Las peritos insisten en que «son golpes dados con mucha fuerza».

Otra de las claves de esta declaración ha sido en relación a una cicatriz que presenta Raquel Díaz en la zona de la tripa y que, según ella misma denuncia, se llevo a cabo con un arma de munición plástica. Así como la presencia de un bate en la agresión posterior en el interior de la vivienda de Toreno. «En caso de recibir más de un golpe con un bate en la cabeza, la fractura no tendría que ser longitudinal. Sería por hundimiento», afirmaron con certeza ambas peritos, contradiciendo la defensa del abogado de Pedro Muñoz que, ha insistido a lo largo de las sesiones de este juicio, sobre la imposibilidad de una agresión con un bate en la cabeza porque no había lesiones horizontales.

Uno de los psicólogos forenses que emitieron un informe sobre la víctima concluyó y ratificó en esta sesión que la víctima «sufre un caso de estrés postraumático» y un «cuestionario de impacto de trauma». El varón remarcó que «había un cuadro ansioso-depresivo» y relató una larga lista de afecciones que Raquel Díaz presenta tras los hechos. «Una situación mantenida en el tiempo», insiste.

«Padece una afectividad expansiva. El síndrome afecta a los comportamiento, a su cuidado y relaciones con los demás. Pero en ningún caso invalida su sentimiento. Que presente emociones exageradas no quiere decir que esas emociones no existan», mantiene el perito.

Unas palabras que fueron reforzadas con la última perito de parte en esta causa que aseguró que «ella se acuerda de lo que pasó antes de la lesión, ya que no tenía ninguna lesión previa». En este sentido, también presentó a la sala su informe en el que manifiesta que la lesión de la víctima está situada «en el frontal y ahí no está la memoria, está la conducta. La memoria no está afectada para nada».