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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha concluido hoy los trabajos de búsqueda de unas 20 fosas comunes con un total de 72 personas en el cementerio de Villadangos del Páramo (León), donde se han podido localizar hasta diez cuerpos de ... personas que fueron fusiladas entre los meses de septiembre y noviembre de 1936.
Así lo ha explicado el vicepresidente de la ARMH, Marco González, quien ha hecho un balance «muy positivo» de los trabajos de exhumación, ya que existían «unas probabilidades muy bajas de encontrar alguna de las 20 fosas», de manera que tras haber encontrado una de ellas con hasta diez cuerpos, se ha recuperado «algo más del 10% de las víctimas».
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Carlos Álvaro
Media hora después de haber sellado y restaurado el lugar donde se encontraba la fosa, González ha detallado que ahora queda por delante «un trabajo muy laborioso» en el laboratorio, del que se encargará Laura González, del departamento de Antropología Física de la Universidad de León. En función del resultado que se pueda extraer, la Asociación tomará una decisión al respecto de la posibilidad de efectuar identificaciones genéticas, para «acotar el grupo de asesinados que se ha recuperado».
Unos asesinados cuyos cuerpos estaban «un muy mal estado», con «evidentes signos de violencia» y en posturas que dejaban claro que «se trataba de una fosa común a todas luces». Juntos a ellos se encontraron proyectiles «asimilables a la munición utilizada por las fuerzas golpistas», así como las pertenencias que tenían en el momento «en el que los secuestraron», como gemelos, lápices, peines, un pequeño espejo, algunas monedas en algún bolsillo e incluso una medalla con una Virgen. «Cosas que no tienen un gran valor para su identificación», matiza González.
Además, «para más inri», la última zona de la fosa localizada estaba situada justo debajo de uno de los panteones construidos en 1980, por lo que «los restos ya estaban removidos e incluso retirados», lo que dificultó aún más las labores, según informa Ical.
Sin embargo, respecto a los 61 hombres y una mujer que no se han podido localizar, el vicepresidente de la ARMH ha expuesto que «todo lo que podía haber sido el lugar donde estaban las 19 fosas restantes», en el fondo sur del cementerio, «ahora cuenta con unos enormes panteones con cimentación que se construyeron a partir de los años 70», lo que «acabó con los restos removidos».
«Damos por concluidos los trabajos porque tampoco sabemos al cien por cien si estarán allí», ha dicho Marco González, que ha recordado los antecedentes que encontró la ARMH con el Ayuntamiento de Villadangos «para trabajar en zona donde no hay nada construido», ya que «no se puso ninguna facilidad» e incluso algunos representantes, como fue el caso del teniente alcalde y presidente de la Junta Vecinal, «pusieron en entredicho la labor técnica», a pesar de que «cualquier vecino que haya pasado por ahí puede comprobar la solvencia técnica de la asociación». «Si un teniente alcalde se atrevió a decir que nuestro proyecto, avalado por la gente que trabaja en nuestra asociación, no tenía solvencia técnica, qué esperamos si tenemos que volver a negociar con propietarios para intentar hacer más sondeos», se ha preguntado.
En cuanto a la posibilidad de que haya más cuerpos de fusilados en la zona del monte de Villadangos, así como otras conocidas como el Camino Sortija o el Pozo Melgar, ahora ocupados por las naves del polígono industrial de la localidad, González ha puesto de relieve que el Ayuntamiento elaboró un estudio previo en el que «negaba categóricamente que pudiera haber más cuerpos», aunque eso «nadie lo sabe», a pesar de que «se puede dar por hecho que la gente recogía en hacendera los cuerpos de los fusilados y los llevaba al cementerio».
Sin embargo, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha considerado que en el momento que se lleve a cabo la ampliación del polígono «no estaría de más hacer un seguimiento con detección de metales para encontrar balística o algo que pueda llevar a pensar que haya alguna fosa común».
«Desgraciadamente en Castilla y León las fosas no están patrimonializadas, no sé si es necesario que intervenga Patrimonio Arqueológico, pero incluso con la Ley de Memoria Histórica de 2007 posiblemente sea valorable hacer un seguimiento en esos lugares que habían marcado como el lugar donde habían encontrado los cadáveres de los fusilados», ha concluido Marco González.
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