Cómo comer saludable y barato en junio

En un mundo globalizado no es extraño ver productos de otras latitudes en cualquier época del año. Da igual si se trata de aguacates, cerezas o fresas, el consumidor se ha habituado a encontrarlos fuera de lo que son las temporadas propias del país. Y es que, cada alimento tiene un ciclo que va acorde a la climatología e, incluso, a zonas de producción muy concretas por lo que esos productos están disponibles en momentos específicos.

Estos alimentos de temporada se caracterizan por su sabor, pues han sido recolectados en el momento preciso en el que conservan todas sus propiedades tanto nutricionales como de olor o textura. Además, son más baratos porque en su momento óptimo de producción hay mucha más oferta. Se puede apelar, incluso, al aspecto medio ambiental ya que en muchos casos son productos de proximidad, cultivados en un entorno cercano, y en el peor de los casos, dentro del propio país.

Las frutas y verduras empiezan a ser las auténticas protagonistas. En el caso del melón, España es el principal productor de esta planta del sureste del país que se consume en todos los hogares en platos dulces y salados. Es el momento de las cerezas, una fruta cuyo aporte de minerales la convierte en una interesante opción en las dietas de pacientes con hipertensión arterial. Todo ello sin olvidar la sandía, albaricoque o melocotón que son algunas de las piezas que se buscan en el supermercado, parece que el cuerpo lo pide, y mucho más cuando llega el calor y el melón o la sandía ayudan con la hidratación del cuerpo por su alto contenido en agua.

Los tomates empiezan a saber a «tomate de verdad», y a este producto le acompañan judías, pimientos, lechugas o calabacines. Con todos esos ingredientes disponibles, ¿Quién no se anima con un gazpacho o salmorejo? A parte de esos básicos, el tomate combina con casi todo, hasta se puede hacer mermelada con él. Con queso fresco y anchoas en aceite de oliva; con atún y cebolla es ya un tradicional plato; con patatas cocidas, en dados o en rodajas y pimientos asados; con bacalao desalado, cortado en tiras y asado y aceitunas negras y verdes y un aliño que sume al tradicional aceite y vinagre un poco de zumo de naranja; con garbanzos cocidos fríos, pimiento verde y cebolleta dulce picados y unas gambas cocidas; con sardina de lata y cebolla… o en el famoso cóctel Blody Mary de vodka, zumo de tomate y pimienta negra entre ortos ingredientes.

En el caso del pescado, es el momento de la sardina, el rape; siguen el atún y el bonito, merluza, boquerón o calamar.

Con todas estas posibilidades, ¿a quién no le entran ganas de disfrutar de una buena mesa?

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