Robert F. Kennedy Jr, un antivacunas al frente de la sanidad

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Mercedes Gallego

El sobrino del icónico presidente John F. Kennedy e hijo del también asesinado Bobby Kennedy tiene un largo historial como activista ambiental y abogado, aunque es más conocido por sus posturas antivacunas, que lo han convertido en una figura controvertida, admirada entre los seguidores de Trump. Durante la campaña, RFK Jr. fue clave para atraer a votantes independientes y demócratas desencantados, brindándole al magnate un inesperado respaldo entre los descontentos con las políticas sanitarias del Gobierno de Joe Biden durante la pandemia. El entonces candidato republicano había prometido darle carta blanca, siempre y cuando no interfiriera en las perforaciones petrolíferas ni las emisiones de carbono, lo que explica limitarlo al sector sanitario.

El verdadero reto para RFK Jr. será conseguir la aprobación del Senado, por lo que también se barajaba su nombre para otros cargos de confianza en la Casa Blanca que no requieren confirmación. Los demócratas lo consideran un traidor y los republicanos más tradicionales dudan de su idoneidad para liderar una agencia tan crítica. Kennedy propone eliminar la obligatoriedad de las vacunas en las escuelas, el flúor del agua potable y las investigaciones sobre el sida, entre otras medidas, además de enfrentarse a las grandes farmacéuticas, que sacarán músculo a través de los lobbies para bloquear su nombramiento.