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La actriz Sophie Nyweide, integrante de películas como 'Noé' o 'Mamut', falleció a los 24 años en extrañas circunstancias que aún se encuentran bajo investigación. El cadáver se encontró el pasado lunes 14 de abril en la orilla del río Bennington, Vermont, cerca de una escuela de secundaria y próximo a una estructura improvisada hecha con ramas.
Aunque la autopsia ya se ha realizado, las autoridades no han determinado aún la causa de la muerte. Según informó 'TMZ' la joven se encontraba embarazada de pocos meses. En cuanto a los resultados toxicológicos, que podrían ser determinantes para esclarecer los hechos, tardarán entre seis u ocho semanas en estar listos. Mientras tanto, las autoridades no descartan la posibilidad de un acto criminal que podría involucrar a varias personas que pasaron tiempo con ella la noche de su muerte.
Fue su familia la que hizo público el trágico suceso a través de una emotiva publicación. «Soñaba (más bien exigía) ser actriz, sin saber que su madre también lo era. Lo hizo con una facilidad que todos admirábamos. Parecía más feliz en un set de cine, convirtiéndose en otra persona. Era un lugar seguro para ella», expresaron.
Por otro lado, su madre, Shelly Gibson contó a la revista 'People' que «estaba usando drogas y era una joven muy frágil», y además, aseguró que su hija «no fue víctima de nada dañino mientras trabajaba en Hollywood», como apuntaban algunas especulaciones. Una semana después Gibbson le dedicó una carta: «Mi hija fue una luz para todos los que la conocieron. Para aquellos que estuvimos realmente cerca de Sophie, estamos destrozados. Descansa en paz, mi Sophie. Ella nos honró por un tiempo demasiado corto (...) Vuela alto, cariño, siempre pudiste», escribió.
En el obituario, sus allegados dejaron entrever que se enfrentaba a una lucha interna que le afectó a su salud mental. «Muchos de sus escritos y obras de arte son hojas de ruta de sus luchas y traumas. Incluso con esos mapas, diagnósticos y sus propias revelaciones, sus seres queridos [...] tienen el corazón roto por no haber podido salvarla de su destino».
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