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La rutina habitual de la localidad vallisoletana de Castronuño se ha visto trastocada esta mañana con la visita de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que a tres días de la jornada electoral ha irrumpido en la campaña para participar en un ... acto de Unidas Podemos. ¡Bienvenida Yolanda, hemos venido a verte! Le repetían los vecinos por las calles del pequeño pueblo vallisoletano, de 826 habitantes y con alcalde de Izquierda Unida, Enrique Seoane.
Apenas unos minutos después de pisar la localidad para arropar al candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta, Pablo Fernández, Díaz se refirió a su tímida implicación en la carrera hacia el 13-F. «Ya saben por qué», ha resumido la vicepresidenta, en alusión a una apretada agenda no ausente de arduas negociaciones que han desembocado ayer en el acuerdo de la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros y la aprobación de una reforma laboral no exenta de polémica.
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La visita ha comenzado con una breve reunión con los alcaldes de la localidad anfitriona, Valdunquillo, Villanueva de Duero, Tiedra y San Pelayo, todos ellos de Izquierda Unida o Toma La Palabra, así como otros miembros de Unidas Podemos. Al encuentro, que no ha llegado a los 20 minutos, le ha seguido un mediático paseo que ha desembocado en el mirador de la localidad para finalizar en el anfiteatro de Castronuño, donde le esperaban cientos de vecinos y simpatizantes. «Estoy emocionada por estar aquí, en un pueblo que representa lo que me gusta, la gente humilde, las personas que saben trabajar y que vienen desde abajo. Ojalá cuando vuelva a venir a Castilla y León haya cambiado» , ha señalado Díaz, quien acto seguido ha animado a los candidatos de Unidas Podemos con un «todo está abierto y depende de lo que hagáis».
La ministra de Trabajo ha pedido así en todo momento «la movilización» tanto del partido como de los votantes hasta el próximo domingo y ha incidido en la necesidad de que «todas las gentes de la Comunidad se movilicen si quieren un resultado que puede cambiar la vida de la gente». «Frente a las mentiras de Mañueco, a su no hacer y a su desgobierno en Castilla y León, una Comunidad que tiene una potencia industrial fundamental, ligada a la automoción que está siendo abandonada por el PP. Llevan 35 años gobernando en Castilla y León y nos dicen ahora que quieren hace políticas contra la despoblación, ¿qué han estado haciendo en estos 35 años?», reiteró Díaz durante su intervención, junto al portavoz nacional de Podemos y candidato a la Junta, Pablo Fernández, y la número dos de Unidas Podemos por Valladolid, María Sánchez.
Díaz, que ha pedido «alto y claro» el voto para Pablo Fernández, «que representa a los jóvenes y a los trabajadores, a los pensionistas y a los que luchan por tener un país mejor.», ha añadido que el 13 de febrero «nos jugamos una coalición estable, como la del Gobierno, o que el partido del odio forme parte de las decisiones de las personas, de las mujeres, en materia sanitaria, en la educación o que decida qué hacer con las residencias de nuestros mayores», en alusión a un posible acuerdo PP-Vox.
El momento álgido en el que se encuentra la ministra de Trabajo tras la aprobación por rebote de la reforma laboral no pasó además desaparcido en la breve presencia de Díaz en la campaña. Con rotundidad y una breve respuesta, Díaz quiso zanjar los rumores de posibles tiranteces con sus socios de Gobierno. «Estamos en campaña electoral, no mezclemos las cosas, no hay ninguna brecha, el Gobierno de coalición goza de muchísima y muy buena salud y lo que garantiza es estabilidad, progreso y avance ante la recuperación de derechos», ha señalado . En este sentido, ha aprovechado para advertir de que «las coaliciones de la derecha son desastrosas hasta el punto de que hoy, de manera inopinada, estamos en unas elecciones anticipadas y le pediría a Mañueco que deje de hacer bromas y de reírse de sí mismo», ha añadido la ministra ante un público entregado.
«El PP se opone a la subida del salario mínimo», ha proseguido, para preguntar: «¿Sabe el señor Mañueco a cuántas personas les va a afectar la subida del SMI? Se lo digo yo, a más 73.000 personas, ¿quién demonios puede votar un proyecto político que se coloca en frente de la gente trabajadora y a favor de los que más tienen?», ha puntualizado. Para cerrar el acto, Díaz se ha dirigido a los presentes pidiendo un «último esfuerzo». «Patead Castilla y León de arriba abajo. Estamos aquí para cambiar la vida desde abajo, con ilusión, pasión y propuestas».
Junto a la vicepresidenta, también ha intervenido el candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Junta, Pablo Fernández, para prometer «la oportunidad de que los jóvenes se quedan en sus pueblos e inicien sus proyectos de vida, que se fije población, que se garantice la calidad en la educación y la presencia de sanitarios en los consultorios médicos, se ponga en marcha una ley de vivienda, una ley de libertad sexual y se dé impulso a una verdadera ley de memoria histórica».
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