Vox ve prioritario soterrar y una zona de bajas emisiones «muy reducida»

La aspirante al bastón de mando de la capital ha subrayado que su formación es la única que lleva «los deberes hechos» para afrontar la que ha considerado la obra más importante para la ciudad por lo que supone de «equidad y cohesión social» frente a la situación actual, «con barrios de primera o de segunda», dependiendo de en qué lado del canal ferroviario se sitúen. Ha aprovechado, además, para afear al PP por enarbolar ahora este proyecto, que la Junta dejó morir al firmar el convenio de 2017 para seguir «llenando la ciudad de túneles del miedo».

Carvajal ha enumerado los pasos a dar para poder hacer realidad el adiós a las vías en superficie. En primer lugar, ha dicho, hay que «unificar el criterio entre los tres socios» -Ministerio de Transportes, Junta y Ayuntamiento- y apostar por esta solución urbanística, que habría que declarar como «proyecto de interés regional». El segundo es elaborar un «masterplan» para planificar una intervención que, acotó, habría que llevar a cabo «con tuneladora» para no afectar a los pasos subterráneos ya realizados. «Si estamos diciendo que estamos en contra del derroche, no podemos eliminarlos», matizó.

Para financiarla apuntó a la confección de un «programa económico» para poder asumir el 25% de su coste -los 175 millones que, estimó, le corresponderían al Ayuntamiento- en un plazo de quince años. Eso sí, la candidata ha apuntado a otras vías de financiación más allá de las plusvalías que se consiguieran con la venta de los terrenos liberados, como los fondos europeos, que podrían reducir la aportación municipal.

Alberto Cuadrado se ha centrado en la propuesta de su partido para la zona de bajas emisiones, que, recalcó, tiene que ser «muy reducida», «algunas calles del centro y poco más», porque, según reconoció, la ley hay que cumplirla. No obstante, destacó que, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica, la calidad del aire que se respira en ciudad es «excelente». Tras arremeter contra el «casos circulatorio» que, a su juicio, ha creado el actual equipo de gobierno, el candidato a concejal también ha anunciado la intención de Vox de llevarse los carriles bici a zonas verdes y espacios menos transitados para evitar enfrentamientos entre conductores y ciclistas, al tiempo que ha abogado por un mayor control de la circulación de bicicletas y patinetes, con la obligación de matricularlos, utilizar casco y chaleco reflectante y poner en marcha un régimen sancionador específico para hacerles cumplir con las normas de circulación. Además, la formación propone la creación de más plazas de aparcamiento para coches, con aparcamientos disuasorios y su conexión con el centro a través de lanzaderas de autobús.

En el acto también ha intervenido el joyero Antonio Zúñiga, quien se ha centrado en las medidas para incentivar el comercio de proximidad. Así, ha anunciado que si llegan al gobierno municipal pondrán en marcha un programa para facilitar el relevo en los negocios tradicionales, con formación a los jóvenes en diferentes oficios, la tutorización a la hora de iniciar la actividad y una modernización general del tejido de este sector, con la creación de zonas comerciales abiertas, que aúnen la venta con actividades complementarias para atraer clientes. Zúñiga también ha lamentado la «soga» que supone para ellos las limitaciones al vehículo privado y la reducción de plazas de estacionamiento. Para los locales en desuso, principalmente en el casco histórico, proponen decorar los escaparates con vinilos de fotos antiguas o creaciones artísticas para acabar con la «imagen de abandono y suciedad» que presentan algunas calles principales.

En esta cita también se han desgranado algunas de las propuestas para mejorar el servicio administrativo a los vecinos, como el derecho a la atención presencial y personalizada, principalmente para los colectivos más vulnerables, como es el caso de las personas mayores. Vox ya anuncia que dará prioridad a las subvenciones destinadas a apoyar a estos sectores de población, mientras que eliminará aquellas ayudas a entidades «con sesgo ideológico». Frente a los presupuestos participativos puestos en marcha por PSOE y Toma la Palabra, que conllevan «retrasos de hasta tres años en la ejecución de las obras», el partido ultraconservador pondrá en marcha las «mesas del diálogo cívico» para acordar con las asociaciones vecinales las intervenciones más urgentes, que se ejecutarán en el primer cuatrimestre de cada año.