María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura con el apoyo de Vox

El Parlamento regional ha acogido el pleno con el que se pone fin a un proceso que dio inicio en la noche electoral, el pasado 28 de mayo. El PSOE de Guillermo Fernández Vara se impuso, pero apenas por 6.700 votos de diferencia ante el renacido PP de María Guardiola, lo que se tradujo en un empate a 28 diputados entre las dos grandes formaciones. La llave del gobierno estaba en Vox, con cinco parlamentarios, mientras que Unidas por Extremadura se quedó sin capacidad de decidir con cuatro.

Este resultado evidenciaba que el acuerdo más factible era el del bloque de derechas, que por primera vez se había impuesto en las elecciones autonómicas. Tras dilatar el inicio de las negociaciones, el primer intento fue fallido, lo que se tradujo en que el PSOE obtuviera la Presidencia de la Asamblea y el control de la Mesa del Parlamento. Ese día Guardiola arremetió contra Vox y se negó a dejarle entrar en su gobierno, como exigía la formación liderada en la región por Ángel Pelayo Gordillo, su portavoz parlamentario. Pero apenas diez días después tuvo que desdecirse de sus palabras y firmar un pacto que le concede una consejería, la de Gestión Forestal y Mundo Rural.

El pleno de investidura que comenzó el jueves con la presentación del programa de Guardiola y que ha concluido este viernes con la votación final es la plasmación de ese acuerdo. La candidata popular ha sido elegida presidenta y el lunes tomará posesión en un acto en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Pero en estos dos días también se han fijado las posiciones que marcarán la legislatura. Guardiola apenas mencionó a Vox en su discurso del jueves, en el que apeló a formar un ejecutivo de lealtad pero sin sumisión. Y ha reconocido su cambio de postura, pero ha afirmado que se debe al interés de los extremeños. Además, presentó un programa más cercano a sus propuestas electorales que al acuerdo de gobierno, que recoge 60 medidas con cesiones en cuestiones como educación, reducción del gasto y seguridad ciudadana. Aunque también hay aspectos en las que coinciden los nuevos socios de gobierno, como una rebaja fiscal que afectará al impuesto de transmisiones patrimoniales, al de patrimonio y al IRPF, entre otros. Junto a esto, ofreció pactos en sanidad, educación y financiación autonómica.

Este viernes ha vuelto a defender el acuerdo con Vox y ha asegurado que «no supone ninguna amenaza a los derechos de los extremeños». Según ha dicho, «hemos apartado lo que nos diferencia y nos hemos centrado en lo importante». Guardiola ha lanzado un mensaje conciliador y ha tendido la mano a todos los grupos parlamentarios.

En la sesión del viernes ha sido el turno de réplica de los grupos parlamentarios. Fernández Vara ha defendido su gestión y ha destacado que se despide con buenos datos en materia de empleo, deuda y periodo de pago a proveedores. También ha puesto en duda la rebaja fiscal que quiere el PP, que según sus estimaciones tendrá un impacto de más de 200 millones de euros. «Van a tener que recortar sí o sí», ha afirmado. Y, aunque ha reconocido la legitimidad del acuerdo con Vox, ha recalcado que los populares han llegado en dos ocasiones al poder en Extremadura y en los dos casos con el apoyo «de la extrema derecha y la extrema izquierda», en relación al pacto de José Antonio Monago con IU en 2011.

Junto a esto, el presidente de la Junta en funciones ha criticado que la candidata popular no hablara en su discurso de vivienda, cooperación y relaciones con Portugal, y ha ofrecido un pacto para reclamar al Gobierno las infraestructuras que necesita la región.

En la que ha sido su última intervención en la Asamblea de Extremadura, de la que se ha despedido con palabras de cariño para María Guardiola, Fernández Vara también ha pedido a Ecologistas en Acción que retire el pleito sobre Valdecañas para evitar el derribo. «Ya han ganado», ha afirmado.

Por parte de Vox, su portavoz parlamentario, Ángel Pelayo Gordillo, ha lamentado que Guardiola apenas mencionara en su discurso del jueves el pacto de gobierno con su partido. Pero pese a ello se ha mostrado conciliador y ha replicado que también espera contar con una colaboración «duradera, leal y eficaz». Según ha indicado, velará por el cumplimiento del acuerdo, aunque con margen de maniobra para el PP.

Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura, se ha presentado como el principal azote de la oposición, con críticas al cambio de postura de la candidata popular sobre su gobierno con Vox y al acuerdo que han firmado, que a su juicio supondrá un retroceso en cuestiones como memoria histórica, violencia de género y respeto a la diversidad. También ha alertado sobre los efectos que tendrá la rebaja de impuestos.

Abel Bautista, del PP, ha recordado que María Guardiola fue ignorada por el PSOE, que durante meses se negó a nombrarla. Pero ahora será la primera mujer presidenta de la Junta en lo que ya es un hecho histórico para la región. Asimismo, ha criticado la herencia de Fernández Vara, en especial su inacción ante Pedro Sánchez, y ha defendido el acuerdo con Vox para, en contra de los malos augurios de algunos grupos, tener un gobierno estable en los próximos cuatro años. El tiempo y los acontecimientos dirán si se cumplen esas previsiones.