Ventajas e inconvenientes de la banca online

Aunque el uso doméstico es quizás la forma más notable de los avances tecnológicos, estos también se han aplicado a otros muchos ámbitos, como pueden ser el sector de la industria o de la banca.

Concretamente, si hablamos de la digitalización en el sector de la banca, puede que nos vengan a la mente ejemplos como las diferentes aplicaciones que permiten realizar gestiones de nuestros ahorros de forma telemática. Sin embargo, esta es solo una de las innovaciones, ya que los avances tecnológicos han llegado a diversificar ampliamente la oferta bancaria.

Supongamos que queremos abrir una cuenta bancaria en España. Anteriormente encontrábamos poca oferta de entidades a elegir. Sin embargo, ahora encontramos tanto bancos 'tradicionales', como BBVA, Caixabank o Banco Santander; así como 'neo-bancos', como N-26 o Revolut. Puede que estas últimas no nos suenen demasiado; y es que, aunque los bancos digitales inicialmente eran atractivos para los jóvenes casi de forma exclusiva, han ido atrayendo grandes cantidades de clientes de todas las edades.

De acuerdo con José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), «Se suele llamar neo-banco a las nuevas entidades financieras que han surgido durante los últimos años, al albur de la digitalización de los servicios financieros, y que se caracterizan por ofrecer prácticamente todos los servicios de forma digital». A diferencia de los bancos tradicionales, «no todas estas entidades tienen licencia bancaria y, por tanto, su oferta de servicios está limitada a la actividad para la que han obtenido la licencia».

Por otro lado, la banca digital está compuesta por «los servicios financieros que se ofrecen a través de una página web o una aplicación móvil». «Todos los bancos españoles ofrecen ya la mayor parte de sus servicios a través de esta, de tal forma que las operaciones se pueden llevar a cabo de forma inmediata, con plena seguridad en el proceso y flexibilidad para el usuario, que encuentra productos y servicios adaptados a sus deseos y necesidades».

La evolución tecnológica ha sido particularmente notable en el sector de la banca, con las introducciones de la banca digital y las innovaciones que ha traído consigo. De acuerdo con los datos del Observatorio de Digitalización Financiera Funcas-KPMG, «unos diez millones de españoles ya tienen cuenta en algún banco completamente digital».

Tal y como afirman desde la Asociación Española de Banca, «La transformación digital de los bancos es una necesidad para satisfacer las nuevas demandas de los clientes en un entorno de creciente competencia en la provisión de servicios financieros». Por ello «los bancos han invertido en la transformación digital de sus organizaciones y procesos, y en la aplicación de las nuevas tecnologías para poder seguir ofreciendo sus servicios en todos los canales que el usuario hoy utiliza, con una cada vez mayor preferencia por el canal digital».

José Luis Martínez Campuzano, además, aporta diferentes datos: «España se encuentra a la cabeza del ranking de digitalización a nivel mundial, según un reciente informe de Deloitte. Y más del 70 % de los clientes en España son digitales, y de estos un 90% accede a través del móvil».

La competencia en los servicios financieros siempre ha sido intensa. Ahora, con la aparición de las nuevas empresas financieras –ya sean bancos o solo entidades que actúan en un nicho de mercado– aún lo es más. «A los bancos les gusta competir y eso es beneficioso para el cliente, pero en un terreno de juego justo en el que la igualdad de condiciones esté garantizada».

Además, tal y como detalla Campuzano, «los datos muestran una elevada valoración por el cliente de la oferta digital de los bancos españoles, por su capacidad de prestar los servicios financieros con las máximas garantías de protección de los fondos y datos de sus clientes».

Sobre la banca tradicional, desde la AEB recuerdan que «es importante resaltar que los bancos atienden las necesidades de todos sus clientes, con independencia del grado de digitalización», ya que «no quieren dejar a nadie atrás».

Además, los bancos se caracterizan «por un amplio conocimiento del entorno regulatorio y el 'know-how' de los distintos negocios». Por ello, no es de extrañar que tanto bancos como nuevos actores hayan forjado colaboraciones en los últimos años «los bancos incorporan la innovación y talento de estas empresas, y las empresas 'fintech' (compañías que incorporan la tecnología a los servicios financieros) aprovechan la red, el conocimiento y la experiencia de los bancos». Sobre la relación entre bancos y empresas 'fintech', la AEB recuerda que es una tendencia en auge, «ya que con las colaboraciones salen beneficiados tanto los clientes, que pueden recibir un servicio innovador y seguro, como ambos tipos de entidades».

El principal beneficio que aporta la banca digital es la accesibilidad de forma remota. «La banca digital supone una oficina bancaria abierta las 24 horas del día, los siete días a la semana que, además, cuenta con la misma seguridad que la operativa a través de oficinas». Sin embargo, «la diferencia entre operadores radica en la oferta de los servicios: cómo se prestan estos (la experiencia del usuario), la capacidad de ser innovadores y de ofrecer valor añadido, la atención al cliente, seguridad aportada, etc». Además, «los bancos 'tradicionales' han sido pioneros en ofrecer banca digital».

No obstante, este sector no está libre de desafíos. Existen barreras de entrada rodeando a las apuestas digitales, que se acentúan aún más en el mundo financiero. El hecho de que los bancos digitales no cuenten con presencia física o con una trayectoria como los bancos tradicionales puede ser un inconveniente frente a cierta clientela reticente. «Especialmente para los clientes que no quieren o no están en condiciones de interactuar con el entorno digital, o que desconfían de la empresa, al no tener una marca reconocida». Ante esto, desde la Asociación Española de Banca, destacan que «es relevante que el usuario de servicios financieros entienda el tipo de entidad o la personalidad jurídica que está detrás de una marca innovadora y con qué tipo de protecciones legales cuenta en caso de un fallo o error».

En lo que a las próximas innovaciones en el sector de la banca se refiere, «la banca del futuro es ya visible en el presente». «Pero la garantía de este futuro es la eficiencia, con costes ajustados a los ingresos y con unos precios de los servicios que garanticen las inversiones necesarias para mantenerlos y mejorarlos continuamente».

De esta forma, los bancos pueden afianzar la nueva economía, más digital y con una clara apuesta por la descarbonización y el cuidado del planeta.