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La lucha entre Carlos Pace y Jacky Ickx en el GP de España de 1975.
Un escenario de leyenda para cuatro GP de España
Historias de la Fórmula Uno

Un escenario de leyenda para cuatro GP de España

La Montaña Mágica, un circuito cargado de leyendas y considerado por muchos como uno de los trazados más bellos y exigentes de la historia del mundial de pilotos

Santiago de Garnica

Viernes, 2 de junio 2023, 20:27

Montjuic en sus cuarenta y tres años de historia fue escenario de cuatro Grandes Premios de España de Fórmula 1: 1969, 71, 73 y 75, en alternancia con el madrileño circuito del Jarama. Su trazado, que apenas variaría a lo largo de su historia, llevó a decir a Frank Williams que «era un circuito para hombres, no para muchachos» y añadiría que «como circuito de Gran Premio, y como desafío para pilotos y máquinas, fue uno de los más difíciles que he conocido».

Era un circuito sin líneas rectas , salvo la llamada «Recta de las Fuentes». El resto eran curvas incluida la «Recta del Estadio», en realidad una curva de gran radio. En esa recta, estaba la «Rasante del Estadio», donde los coches más rápidos despegaban las ruedas del asfalto, e iniciaban la bajada hacia el «Ángulo» de Miramar, lo que suponía una espectacular frenada pues había que pasar de más de 200 km/h a tan solo 60 km/h. Del «Ángulo» hasta una curva denominada «La Técnica», había una serie de enlazadas perfectas para el pilotaje, por encima del potencial del coche.

En este trazado, paraíso de los fotógrafos (hay quien lo considera aún más atractivo que Mónaco), compitieron las grandes leyendas del periodo de los Grand Prix de entreguerras, hablamos de los Nuvolari, Rosemeyer, Caracciola, o Varzy.

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Y ya centrándonos en nuestro campo, el Mundial de Pilotos nacido en 1950, Montjuic recibió en cuatro ocasiones a la Fórmula 1. De estas cuatro citas, en las dos primeras se impuso el escocés Jackie Stewart, la primera con el Matra-Ford y en la segunda, la de 1971, dando a Tyrrell el primero de los veintitrés triunfos de este legendario equipo con un coche de su propia marca. Triunfo apretado pues el belga Jacky Ickx mantuvo durante el final de carrera la imagen de su Ferrari en los retrovisores del escocés, pero el adelantamiento de un rezagado en «La Técnica», le quitó la posibilidad de ganar la prueba.

En 1973 se impuso Emerson Fittipaldi en la que sería la cincuenta victoria de un Lotus en el campeonato del Mundo, conseguida «in extremis» pues el brasileño hubo de luchar en las doce últimas vueltas con un coche inconducible como consecuencia de un neumático que perdía aire por momentos.

La última, en el 75

La de 1975 fue la última ocasión en que el Gran Premio de España se celebró en el trazado de Montjuic. Sería una edición complicada desde los entrenamientos cuando los pilotos se negaron a rodar por la falta de seguridad: muchas de las protecciones estaban sin los tornillos correspondientes. Los propios pilotos fueron apretando las turcas, en todos los sentidos, y, finalmente, se disputó la carrera. Desde el principio hubo varios incidentes, pero propios de un gran premio y la carrera estaba resultando espectacular: ver a los F1 de 1975 en pelotón pasando la Rasante, cortaba la respiración. Sin embargo el drama llegó justo tras cubrirse veinticinco vueltas cuando el Lola-Hill de Rolf Stommelen, líder de la carrera, perdió su alerón posterior antes de «La Rasante», a más de 250 km/h se elevaba sobre el suelo (quizás toco el coche de Pace), y saltaba por encima de las protecciones cayendo sobre un grupo de bomberos y periodistas con un balance de cuatro muertos. Y, como dijo el maestro del periodismo del motor Javier del Arco, la quinta víctima sería el propio Monjuic, que desaparecería del calendario de la F1 para siempre.

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