«Es muy grande para Castilla y León lo que estamos viviendo en París»

Sofía García y Raúl Carrasco 'Carras' están como dos niños con zapatos nuevos. El brillo de sus ojos delata la ilusión del que acuden por primera vez a unos Juegos Paralímpicos. La profesional de Medina del Campo comenzó su relación con el deporte y la discapacidad a través de la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León y, posteriormente, y tras su buen hacer como preparadora física del Club BSR Valladolid, recibió la llamada de la selección española de baloncesto en silla femenina, con la que trabaja en París. Carras, por su parte, ya es un veterano con más de diez años como entrenador del Centro de Tecnificación de Natación Adaptada de Castilla y León, y vive su momento con el éxito de sus dos pupilos, Marta Fernández y Luis Huerta.

–¿Cómo se viven unos Juegos Paralímpicos por primera vez?

–Sofía García: Yo, con mucha ilusión. El momento de entrar a competir a la cancha es indescriptible. Las instalaciones están siempre llenas y los ánimos del público te ponen la piel de gallina.

–Raúl Carrasco: La experiencia está siendo espectacular. Vivir los Juegos en el Aquatic Center es una pasada.

–En los Juegos Olímpicos se criticaron aspectos de la organización, ¿qué valoración tienen tras más de una semana aquí?

–S. G.: Hay cosas de infraestructura que podrían mejorarse, como el transporte interno que está bastante descoordinado, pero la organización de la competición es perfecta. Además, las instalaciones son preciosas. Es cierto que cuando llevas la palabra 'Juegos' como nombre no se deberían cometer ciertos fallos, pero en general está siendo un buen evento.

–R. C.: Sí, hay cosas que podrían mejorarse, el transporte como decía Sofía o la comida, pero en general está saliendo bastante bien. Hay aspectos muy positivos, como la cantidad de voluntarios que hay, por ejemplo.

–¿Cómo se vive en una Villa Olímpica durante más de 15 días?

–R. C.: Pues muy bien porque aquí tenemos de todo: tiendas, peluquería, chil out y hasta bicicletas para desplazarte por ella. Tampoco te da tiempo a parar mucho por aquí, entre los entrenamientos y la competición, que es intensa, no paramos.

–S. G.: Es verdad que las habitaciones son austeras y pequeñas, pero no nos falta de nada. Además, el hecho de compartir villa con las demás nacionalidades y con todos los deportes es una experiencia única.

–¿Cómo ven a sus deportistas?

–R. C.: Luis me ha sorprendido gratamente. Ha cumplido los objetivos con creces en una categoría muy complicada. Venir a unos Juegos sabiendo que va a ser muy difícil meterse en la lucha por las medallas no es fácil, y él ha sabido adaptarse. Ha sacado tres diplomas olímpicos, que está muy bien. A Marta ya la estáis viendo, es una campeona. Con el año tan complicado que ha tenido y la cantidad de pruebas que está nadando, ahí está ya, con sus tres medallas. Es cierto que empezó dubitativa, con la presión del público y una infección que tuvo, pero ha reconducido la situación. Desde fuera, las expectativas sobre ella son muy grandes y creo que eso no es bueno para el deportista. En definitiva, es un orgullo para Castilla y León lo que estamos viviendo en París.

–S. G.: Yo personalmente esperaba que la garra que ha caracterizado a nuestro equipo femenino de baloncesto en silla hubiese estado un poco más presente. Esto son unos Juegos y como te duermas, te pasan por encima.

–Y una vez aquí, ¿qué aspectos han visto que tienen margen de mejora en el deporte paralímpico?

–R. C.: Una de las cosas que tendrían que mejorarse son los procesos de clasificación deportiva. No es normal que nadadoras de la clase 9 batan récords del mundo de la clase 10. He visto a nadadores haciendo recobro acuático en el ciclo paralímpico y aquí nadando con los brazos prácticamente fuera del agua. Eso, con la norma de la mano, puedes hacer una reclamación y descalificarse. Pero a ver quién le pone el cascabel al gato.

–S. G.: Aún hay muchas cosas que mejorar en el deporte paralímpico. Lo que dice Carras está claro, porque si no, no nos van a tomar en serio nunca. Aunque sí que es cierto que hay deportes más ambiguos que otros. En el baloncesto en silla por ejemplo, es más difícil que se determine a alguien fuera de su clase. Otra de las cosas a mejorar es el deporte femenino. Creo que falta un poco más de apoyo para equipararnos con el masculino, por lo menos en mi deporte.

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