El barco de La Granja pierde marineros

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El desplazamiento a Palencia buscó evitar un mal mayor: la no comparecencia. «Hemos intentado ir a todos los partidos para no desvirtuar la competición. A principios de semana empezamos a ver cuánta gente tenemos y vimos que se iban cayendo. Haciendo un esfuerzo muy grande, fuimos allí para no hacer más el ridículo. Evidentemente, la imagen no es buena. A nadie le gusta salir en los medios por temas de este tipo». El presidente de La Granja, Javier Montero, repasa un parte con cinco lesionados y dos sancionados; el resto esgrimió otro motivos. El club acudió con 11 jugadores a su último desplazamiento a Villarcayo, el más lejano del curso, y aspira a tener efectivos suficientes para el encuentro del sábado, en casa. Aún queda un viaje, a Lerma. «Espero que no se vuelva a repetir, pero tampoco lo puedo asegurar».

Con el equipo condenado al descenso desde hace ya semanas, el caos ha llegado tras la confirmación matemática. Juan Folgado comenzó la temporada en el banquillo y se marchó en noviembre al Unami con el equipo ya en zona de descenso. Javier Jadraque, que ya dirigió al club en Tercera en 2014, no pudo reflotar el barco y dejó el cargo en abril. Con la categoría perdida, el club intenta reducir gastos y no contrató a un relevo. Los entrenamientos –uno o dos por semana– se hacen por voluntad de algunos jugadores y con personal del club. Y los desplazamientos, para evitar el coste del autobús, se cubren con coches particulares y el club pagando la gasolina. «Ese compromiso de los partidos también nos está ocurriendo en los entrenamientos. Si hay seis chicos, es absurdo».

El contexto de descenso asegurado no invita a esfuerzos. «Cuando las cosas van mal, se demuestra quién está con el equipo. Yo lo entiendo, era un puente grande y era la Real Sitio Cup en La Granja, se necesitaba personal para muchas cosas. No podemos hacer maravillas cuando tenemos 20 fichas y solo contamos con siete jugadores para ir». El dilema es hasta qué punto puede exigir un proyecto a la deriva. «Intentas exigirles el compromiso que se adquirió en septiembre, este es un deporte al que se juega los sábados y los domingos. Que nos haya pasado a todos de golpe y en una salida… que cada uno lo vea como crea».

Montero fue uno de los nueve que viajaron a Palencia en dos coches. En el campo esperaba un marrón: once contra siete. «Te van a pasar como aviones, no es el primer equipo al que le ha pasado este año. No es una actuación de la que nos sintamos orgullosos; ninguno teníamos muchas ganas de estar allí, estábamos jugando con el escudo de un club que lleva mucho tiempo». Para más inri, el portero se olvidó los guantes y le dejó unos el equipo rival.

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«Habrá que empezar prácticamente de cero e intentar levantar el club»

El CD La Granja tiene la intención de sacar al equipo en Provincial el próximo año. «A mí me gustaría contar con esas 10 o 12 personas y hacer un equipo competitivo para volver a donde mínimo tendríamos que estar, que es el Regional», subraya su presidente, Javier Montero. Todo apunta a que compartirá categoría con el Real Sitio, el club creado en 2019 para hacerse cargo de las categorías inferiores que no ha desdeñado a su equipo senior, consolidado en la categoría. «Entre nosotros hay buen entendimiento; en principio, nuestra idea es tener equipo propio. Es nuestra idea a 2 de mayo; en un mes no sabemos en qué situación estaremos».

A vistas de los resultados, Montero admite haberse equivocado «prácticamente en todo». Apunta a que quizás la Tercera no era la categoría de La Granja. Pone en valor el «buen trabajo» de Ricardo de Andrés, tanto aquel año, que terminó en descenso, como el curso pasado en Regional. «Intentamos hacer un equipo para ascender, pero las cosas no se dieron bien desde el principio». Salvo una victoria por 0-5 ante el Unami, fue un año decepcionante. «La situación económica ya atravesaba por problemas porque hicimos un desembolso importante en esos dos años para hacer un bloque grande, que todos los jugadores cobrasen. A lo mejor teníamos que haber cortado el grifo; no se hizo, al final salió mal y habrá que empezar prácticamente de cero e intentar levantar el club».

Con todo (y embargos de Hacienda incluidos), la viabilidad del club no está en riesgo, asegura Montero. «En Provincial, los gastos son pequeños, pero estamos haciendo verdaderos esfuerzos para liquidar todos los compromisos que tenemos en esta categoría y nos está costando».