Ciclismo

El vallisoletano Iván Romeo, campeón del mundo de contrarreloj en Zúrich

No fue una sorpresa. No. Aunque en la lista de candidatos apareciese en primer lugar el a la postre tercer clasificado, el suizo Jan Christen –por obra y gracia de la factoría del UAE–, Iván Romeo era uno de esos dorsales a tener en cuenta para enfundarse el maillot arcoíris. A colocarse un jersey único en la carrera más importante del año para el ciclista vallisoletano de 21 años: el Mundial sub-23. «Un sueño hecho realidad en uno de los mejores días de mi vida», concluiría el nuevo campeón del mundo poco después.

Romeo, corredor profesional en el Movistar Team («el Getafe» del pelotón, parafraseando a uno de sus directores, como lo es 'Chente' García Acosta, del que Iván aprende «a pasos agigantados»), ha conseguido el objetivo de la temporada, su «sueño», por el que ni siquiera hizo el amago de estar incluido en la lista del equipo telefónico para la Vuelta a España. «Ya habrá tiempo, y ahora quiero centrarme en la preparación de Zúrich». Fueron sus palabras en agosto. Cuando entraba en las quinielas para que el Movistar sumase puntos en la carrera más importante del año para la escuadra profesional navarra. No hubo necesidad de forzar a una de sus jóvenes promesas, algo que –por lo de volver a su rival este lunes, el suizo Christen– sí que hizo el UAE con más kilómetros en las piernas del corredor helvético, que además corría en casa, en una contrarreloj que no olvidará Romeo, con los majestuosos Alpes como paisaje de fondo.

No borrará esos casi 30 kilómetros, «con un trazado exigente», de subidas y bajadas, pasado por agua –con la lluvia de las últimas horas–, pero a las que el joven vallisoletano se adaptó mejor incluso que a la aerodinámica de su bicicleta Canyon con la que voló para conseguir un oro histórico para el ciclismo español. Empleó un tiempo de 36:42:70 para aventajar en más de medio minuto al segundo clasificado, el sueco Jakob Soderqvist (+ 32:05); y en más de cuarenta a Jan Christen (+40:68). ¿Sorpresa? «Para mí, para mi gente, para mi familia... No. Luego hay que tener el día», valora. «Vine hace dos semanas a reconocer el recorrido con mi padre, y sabía que me venía bien, con esas subidas y bajadas», analiza.

«He trabajado muy duro, pero sí que es verdad que no me esperaba tener tanta fuerza al final... Es que los últimos kilómetros han sido increíbles», subraya. «Me iba diciendo: venga, dalo todo, que solo quedan cuatro, que solo quedan tres kilómetros...», admite en relación a una parte final de contrarreloj de locura que le llevó a convertirse en campeón del mundo y cumplir su «sueño».

«Es uno de los mejores días de mi vida», sentencia. «Mi padre ha estado aquí conmigo, sabía como estaba... Ha estado conmigo en el sillón caliente –por la silla donde se van colocando los ciclistas que consiguen el mejor tiempo– y ya viajó conmigo al reconocimiento. Es un sueño», no se cansa de repetir el corredor internacional de la Real Federación Española de Ciclismo, que llegó a Zúrich con los galones de líder, y que lo ha confirmado en su primera cita antes de que repita en la prueba en ruta.

El vallisoletano, ya con el oro en el cuello, doblará, y volverá a correr este viernes, a partir de las 12:45 horas. Vuelve a tener la vitola de gallo, de aspirante –máxime después de lo de este lunes–, y tampoco debería hablarse de «sorpresa» en el caso de...

Sonríe, algo innato en su personalidad. «Incluso en los días malos», aseguran desde su 'grupeta' de Valladolid, convertida en un modelo de éxito para jóvenes corredores que quieren seguir los pasos del nuevo campeón del mundo de contrarreloj.

• Temas
• Movistar
• Zurich
• Ciclismo