Iván Romeo: «Es uno de los días más felices de mi vida»

A Iván Romeo cuesta quitarle la sonrisa. «Incluso en los días malos», aseguran desde su 'grupeta' de Valladolid, convertida en un modelo de éxito para jóvenes corredores que quieren seguir los pasos del nuevo campeón del mundo de contrarreloj sub-23.

El ciclista de 21 años acaba de tocar el cielo de la categoría con su triunfo en la carrera más importante del año. Lo ha hecho con solvencia en la prueba contra el crono, en la que partía con la vitola de dorsal a seguir, pero no con la vitola de gran favorito. No era el Remco Evenepoel -en el simil con los absolutos- de la carrera de Zúrich.

Sin embargo, cuando se le pregunta por «una sorpresa», el vallisoletano contesta que para él, su gente cercana y su familia no. «Vine hace dos semanas a reconocer el recorrido con mi padre, y sabía que me venía bien, con esas subidas y bajadas», describe el ciclista del Movistar Team desde la sala de prensa del Mundial de la UCI en la ciudad suiza.

«He trabajado muy duro, pero sí que es verdad que no me esperaba tener tanta fuerza al final... Es que los últimos kilómetros han sido increíbles», analiza. «Me iba diciendo venga dalo todo, que solo quedan cuatro, que solo quedan tres kilómetros...», describe en relación a una parte final de contrarreloj de locura que le ha llevado a convertirse en campeón del mundo y cumplir su «sueño».

«Es uno de los mejores días de mi vida», sentencia. «Mi padre ha estado aquí conmigo, sabía como estaba... Ha estado conmigo en el sillón caliente -por la silla donde se van colocando los ciclistas que consiguen el mejor tiempo- y ya viajó conmigo al reconocimiento. Es un sueño», repite el corredor internacional de la Real Federación Española de Ciclismo, que llegó a Zúrich con los galones de líder, y que lo ha confirmado en su primera cita antes del que el viernes repita en la prueba en ruta.

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