Íscar dispensa un emotivo adiós a Estela Domínguez

Varios cientos de personas se reunieron este mediodía en Íscar para dispensar el último adiós a la joven ciclista Estela Domínguez, fallecida el pasado jueves en Salamanca cuando entrenaba sobre su bicicleta. Hija del excorredor Juan Carlos Domínguez, el mundo del ciclismo se citó en la localidad vallisoletana para despedirla. El templo románico-mudéjar de Santa María de los Mártires se quedó pequeño para acoger a la multitud que quiso acompañar a la familia en estos momentos tan duros. Algunos de los presentes tuvieron que seguir la ceremonia fúnebre desde las puertas del recinto religioso.

Vecinos y forasteros arroparon a Juan Carlos Domínguez y su mujer, Yolanda, en el funeral. No faltó a esta ceremonia el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Enrique Sánchez-Guijo. También estuvo presente el alcalde de la localidad, José Andrés Sanz, junto a miembros de su Corporación. Por lo que respecta al mundo del ciclismo, un afectado José Luis López Cerrón, presidente de la Federación Española de Ciclismo, acudió a la cabeza de una amplia representación de personas ligadas al deporte del pedal. Excompañeros de Juan Carlos Domínguez hicieron acto de presencia como Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia en 2008, o el salmantino Santi Blanco. El exseleccionador nacional Javier Mínguez también arropó a la familia en un trance tan complicado, lo mismo que Adrián Gumiel, delegado federativo en Valladolid.

En el exterior del tempo se pudieron ver ciclistas con maillots de diferentes equipos que hicieron una parada en sus habituales recorridos sabatinos para estar con la familia Domínguez y sus allegados. Hubo corredores de entidades como el Club Ciclista Aldeamayor, Navabike o el MTB Caucense, entre otros.

En un templo abarrotado incluso se oyeron aplausos hacia el final de la ceremonia como homenaje a la promesa del ciclismo español que nos dejaba el pasado jueves al ser arrollada por un camión en la entrada a la ciudad de Salamanca, cuando Estela, que se había mudado este año a la ciudad del Tormes para estudiar una carrera, volvía a la ciudad después de entrenar.

Después del oficio religioso, un numeroso cortejo fúnebre, encabezado por la familia de la finada, tomó el camino del cementerio de la localidad vallisoletana donde la joven morará junto a sus ascendientes.

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