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Salva Puig tardó ayer en salir a comparecer ante los medios tras la derrota ante el Rocasa Gran Canaria. El técnico del Caja Rural Aula tuvo que morderse la lengua para no cargar contra su propio club por la situación que vive el equipo.
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«Las chicas han hecho un partidazo... Algunas no se pueden ni mover, y estamos como estamos. Iremos a Polonia y a Granollers como podamos», contestó en relación a las bajas que atesora el equipo, o situaciones como la que vive en la portería, con una única guardameta desde el inicio de la competición.
El entrenador catalán abandonó la sala de prensa con un golpe en una puerta que sobresaltó a las propias jugadoras del Rocasa que atendían a los medios, y es que la falta de respuesta de la dirección deportiva y directiva a la situación del equipo empieza a pasar factura en el vestuario vallisoletano que afronta este mes de enero una fase decisiva con sus compromisos europeos y los partidos ligueros para dilucidar por qué competirá esta temporada.
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