Un director de orquesta para el Nava

Formado en su ciudad natal, Vigo, este jugador de 1,86 metros y 26 años comenzó a jugar con ocho años en el UB Lavadores, donde estuvo hasta que acabó su etapa base. Después jugó dos años en el desaparecido Academia Octavio y siguió en Teucro, Anaitasuna, BM Benidorm y Atlético Valladolid, donde ha jugado sus dos últimas temporadas en la Liga Asobal, fajado en la lucha por evitar el descenso. «Ha conseguido un estatus muy alto en Asobal y puede ser uno de los jugadores más relevantes dentro de nuestro equipo», subraya el técnico del Nava, Álvaro Senovilla. Más allá de suplir la retirada de Carlos Villagrán, el gallego aporta un salto de calidad importante.

El entrenador pucelano habla de un jugador que conoce bien la liga y acredita experiencia pese a su todavía temprana edad. «Lo que destaca en él es que tiene muchísima calidad». Méndez ha sido compañero de algunos jugadores con los que compartirá vestuario, así que las referencias como persona han sumado a su fichaje. «Hace muy bien vestuario». Senovilla puede presumir de pareja de centrales entre el gallego y Tomas Smetanka, más parecidos que complementarios. «Yo buscaba ese equilibrio. Muchas veces dicen que tener centrales diferentes te puede enriquecer; tenerlos iguales no tiene por qué ser malo. Estamos muy contentos, tenemos un dúo que nos da solvencia».

Cada posición tiene su idiosincrasia y Senovilla pone en valor otros puestos en los que es importante sumar jugadores de diferente perfil. «Por el estilo de juego que me gusta desarrollar, necesito un central más director de orquesta». A eso se suman las capacidades individuales a la hora de asumir lanzamientos, ya sean en apoyo o jugando por fuera. La calidad de pase de Borja le permite resolver con solvencia defensas más agresivas en 5:1 y encontrar al pivote o al extremo. «Hay partidos en los que es goleador y otros que no en los que sigue haciéndolo bien».

La experiencia de Borja Méndez en Asobal es una macedonia, con equipos que han estado en los puestos altos y bajos de la clasificación. «Sabe jugar con esa parte de vestuario». Un tipo para lidiar con las rachas negativas en una temporada larga, una circunstancia con la que debe contar un recién ascendido. Estar al timón. «Querrá tener el reto de estar un equipo que intenta ir poquito a poco siendo ambicioso y él puede ser importante. Eso le gusta a todo jugador»:

El técnico pone en valor el compromiso del gallego con el proyecto. «Es de destacar que él ha apostado por nosotros mucho antes de saber si íbamos a ascender. La premura es importante en este tipo de fichajes. Le estoy muy agradecido, eso dice de su implicación. Si no hubiera querido venir aquí, seguro que habría tenido otras opciones. Podía haber esperado».