El Nava sufre en Huesca su primera derrota con Zupo Equisoain en el banquillo

Toda reanudación de competición está abierta a las sorpresas. Las segundas vueltas poco tienen que ver con lo disputado hasta ese momento, y más cuando el regreso se produce después de más de un mes de parón. El Viveros Herol planteó con esa perspectiva la cita en territorio aragonés.

Con los dos equipos en defensa 6:0, ambos porteros anularon los lanzamientos rivales en el arranque de encuentro. Los más de 200 centímetros de Simenas se toparon con Espinha, y Lamariano paró los dos primeros lanzamientos. El Bada abrió el electrónico con Rodrigo Benites desde el pivote, y desde los siete metros lo equilibró Pérez Arce. Que el partido iba a ser de desgaste parecía claro. El choque entró en un calco y copia: a la buena defensa de uno le sucedía la del otro, a una parada otra parada, a una contra otra contra, a un gol rápido un gol rápido. Era el ejemplo más claro de que había juego, pero no gobierno.

Si Nava montó un 6:0 donde destacó el poderío de Simenas, Bada no renunció a atacarlo. Con dos buenos pivotes como Montoya y Rodrigo Benites, y con el poderío de los extremos Carmona y Adrià, percutió para ganar posición y crear dudas en la defensa de los pupilos de Zupo. El 6:0 de Bada tuvo en Benites y Gucek a sus jefes ante la falta de minutos de Asier Nieto, con problemas en un dedo de la mano, por lo que Nolasco decidió regularlo al máximo.

El 12-9 al filo del minuto 21 fue la primera diferencia importante de Bada. En la guerra de erosión empezaba a ser mejor gracias a su defensa y a un Espinha por encima del 40% de acierto. Un gol de Adrià que le costó la exclusión a Andrés Alonso llevó la diferencia a 13-9, con Espinha parando una bola a Rosales cuando lo más difícil era fallarla. Zupo Equisoain frenó el reloj y Nolasco aprovechó la diferencia para administrar el tiempo de sus jugadores. El preparador visitante se vio obligado a reordenar a su tropa, porque el partido estaba en ese punto donde Bada podía estirar más aún la diferencia. Aunque la ventaja local llegó a elevarse de forma más pronunciada, el Viveros Herol consiguió reducirla a tres (15-12) al paso por los vestuarios. La empresa de la remontada parecía más que complicada, pero todavía existía un hilo de esperanza.

El segundo acto se abrió con los mismos protagonistas que iniciaron el partido y bola de arranque para el Bada Huesca. Pérez Arce le sacó una exclusión a Gucek, pero no tomó partido el Nava de la salida de pista del defensor del Bada con 16-13 en el luminoso. La escuadra segoviana subió su intensidad ante un Bada que seguía teniendo en Tioumentsev a su compás y su lanzamiento para desatascar la situación cuando era necesario.

La segunda exclusión de Mota, en el 36, no fue una buena noticia para Nava. El ex del Bada Huesca estaba siendo un puntal, y con tanto partido por delante tocaba racionar su juego. Mientras, Espinha incrementaba su nivel, subiendo su porcentaje de paradas (44,4%) para un Bada con cada vez más mando en plaza. Huesca se empezaba a gustar. Su 6:0 era pétreo, un bosque de piernas y brazos muy difícil de superar. Zupo volvió a parar el reloj en el minuto 39. El 20-13 empezaba a pesar. Y vino bien repensar para poner un 21-16 en el marcador, parcial de 0-3 mediante.

Cuando Bada colocó a su segunda unidad, Nava se encontró mejor. Enjuagó diferencias de -6 y un par de siete metros firmados por Pérez Arce alimentaron la esperanza de conseguir un resultado positivo después de ir todo el partido a remolque. Con 26-23, en el minuto 54 Nolasco paró el reloj. Esa sensación de que el encuentro no se terminaba de cerrar flotaba sobre un Palacio sin afición. Nava dejó su 6:0 y un siete metros fallado por Pérez Arce ante Arguillas que pudo limar diferencias cayó como una losa. Y más cuando Montoya, tremendo, marcó el 28-23 a poco más de tres minutos del final. El partido ya estaba liquidado y la victoria se quedó en casa del Bada Huesca, que sigue aspirando a lo más alto en el reinicio de la Asobal. Nava, por su parte, comenzó con mal pie el año, después de cerrar el 2020 con buenas vibraciones.