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Siniestro total con mucho que recomponer en el UEMCPintan bastos esta temporada en Pisuerga, que hacía tiempo no asistía a una desbandada antes de hora como la vivida este sábado con el Fuenlabrada de testigo. El debut como local del UEMC empezó color esperanza y acabó en siniestro total con demasiadas piezas que ... recomponer antes de viajar a Burgos (Tizona, próximo rival).
Si en Zamora ante un novato, la resistencia duró poco más de dos cuartos con 89 puntos encajados, Fuenlabrada se fue hasta los 96 con apenas doce minutos para certificar su infinita superioridad. Las costuras que asomaron entonces derivaron esta vez en un roto preocupante que obliga a replantearse demasiadas cosas a las primeras de cambio. Con solo tres fechas a la espalda, el panorama animaría a tirar de talonario en cualquier plaza que no fuera Valladolid. En Pisuerga, en tiempos de rebajas, la solución hay que buscarla dentro. En cargar pilas, recuperar lesionados (Vucetic y Mike Torres), y en trazar una raya gruesa para ver el margen que aún queda de temporada como una oportunidad, y no como una losa imposible de levantar.
Confeccionada para meter más puntos que el rival, el segundo bofetón del curso conduce a un obligado cambio de guion que conciencie a la plantilla de que ahora debe encajar menos que el equipo de enfrente, sea novato o aspirante al título.
Tocar fondo lo hizo ante Fuenlabrada, en un simulacro de partido, sentenciado al descanso (29-46) que invitó a abrir las puertas con un cuarto por jugarse (50-73). Bien armado en todas las posiciones, el conjunto madrileño fue todo armonía para desarmar a un UEMC que aún gatea por la competición. A remolque en porcentajes de tiro, perdió por supuesto en rebote (27-40), y solo ganó a su rival en pérdidas (12 x 16), cediendo en la mezcla los cuatro resultados parciales.
UEMC
Atencia (2), Puidet (6), Hoover (3), Egekeze (7) y Wilson (15) -quinteto inicial-, Manchón (7), Sergio de la Fuente (3), Sans (6). Kovacevic (8) y Juan García-Abril (5).
62
-
96
Fuenlabrada
Westermann (7), Jorgensen (7), Munnings (15), Iván Cruz (7), y Nwogbo (14) -quinteto inicial-, Dee (12), Nzosa (10), Zurbriggen (2), Jorge Bilbao (3), Matiulonis (12), Durán (7) y Torrero (-).
Parciales: 12-22, 29-46 (descanso); 50-73 y 62-96 (final).
Árbitros: Germán Morales, Juan Ramón Hurtado y Jorge Caamaño. Sin eliminados.
Incidencias: Tercera jornada de la Primera FEB, disputada en el polideportivo Pisuerga.
Pronto, demasiado pronto se le vieron las costuras al equipo de Lolo Encinas, que al paso por el minuto 9 ya se veía desnudo cerca de ambos tableros, sometido por la batería de pívots de Fuenlabrada. Ni siquiera necesitó del concurso de McGrew, baja por lesión en el banco. Empezó el equipo de Toni Ten volcando balones a Nwogbo, con Wilson multiplicándose en ambos lados de la pista, tomó el relevo la joya del Unicaja, Nzosa, y por el camino Iván Cruz y Bilbao atormentaron a los locales a base de rebotes (13 por 6 locales en 13 minutos).
El diagnóstico no tenía más vuelta de hoja. Primeras posesiones para los exteriores, con Dee excelso en su debut en liga (7 puntos consecutivos provvocaron el primer tiempo muerto de Lolo Encinas, 11-17), y en caso de fallo, la carga del rebote ofensivo garantizaba una segunda y, en ocasiones, tercera opción de tiro. ¿La solución? La solución, sin acierto exterior y, sobre todo, sin tres puntos más de intensidad atrás, se antojaba imposible ante un rival que le estaba sacando de la pista a base de físico.
Anotaba Fuenla dentro, anotaba fuera, lo hacía al contraataque, en segundas opciones, a un metro, a siete,... Sin respuesta ni amago siquiera a través de las trampas propuestas desde el banquillo (zona 2-3, cuatro pequeños, un sinfin de rotaciones,...), el UEMC jugaba sin rumbo y a merced de un Fuenlabrada que, además, no necesitaba de un pase extra para encontrar su mejor situación de tiro (21-35 tras bandeja de Durán).
Cinco puntos consecutivos de Munnings encendieron la última alarma de un UEMC que se desangraba en pista (22-40, minuto 17), mezcla de impotencia y desorientación en todo lo que hacía y proponía en pista. En el naufragio que se adivinaba al descanso, dos datos llamaban la atención entre tanta fuga al descanso (29-46). Uno, en la distancia en el rebote (8 x 20 de Fuenlabrada), el UEMC solo fue capaz de atrapar dos defensivos antes de enfilar vestuarios (por 15 de su rival). El segundo, continuidad de lo visto en Zamora, el pobre porcentaje de los exteriores (3/16 en triples).
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Luis Miguel de Pablos
Tan estruendosos y concluyentes resultaron los dos primeros asaltos, que sobraron los dos últimos. Solo cabe rescatar un ligero arreón en el arranque de tercer cuarto que pronto se fue por el sumidero. Esta vez el costurón tuvo tales dimensiones que el aficionado hubo de sorportar más minutos de la basura que reales de juego competitivo. Incluso los últimos, más propios para el maquillaje del perdedor, acabaron por convertirse en lucimiento para los secundarios del Fuenlabrada.
Tras el primer accidente, pocos esperaban este siniestro. Toca pagar facturas y levantarse para recomponer todas las piezas.
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