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Pocas explicaciones que pudieran sofocar el incendio propagado en la pista y sufrido en la grada. De ahí que al técnico solo le salieran palabras para los aficionados que aguantaron estoicamente hasta el final. «Siento que solo haya habido seis-siete minutos por nuestra parte, ... por lo que solo puedo pedir perdón en mi nombre y en el de todo el equipo por la imagen que hemos dado. Tenemos un escudo por encima de todo, que es el del Real Valladolid, y esto no es digno de un equipo de baloncesto ni del escudo, esta ciudad ni de este club», admitió, redundando en el mismo mensaje.
«El equipo tiene que entender que si no metes canastas, lo que hay que hacer es luchar y defender. Es lo que más me fastidia. No hemos metido canastas, pero este no es un equipo que represente a una institución como esta. Pido disculpas a la gente, porque así no volverá. Agradecerles porque no he oído un solo pito en todo el partido», señaló, reconociendo que la semana será dura. «Hay que pensarlo el domingo porque en caliente diría muchas burradas. Es mejor que pase. Yo he visto hace quince días a este equipo luchar en pretemporada. Esta imagen es lamentable. Podemos perder con equipazos como este pero así no».
«Hemos fallado tiros que parece que no sabemos jugar a baloncesto. Van a decir, ¿pero estos tíos entrenan? Es una mierda lo que hemos hecho», reconoció, en un discurso duro que poco antes había lanzado en el vestuario. «Si el primer día que juego aquí en casa, lo hago mal es que tu cabeza no vale para esta liga. Hay que dejarse todo. Les he dicho que la gente se tenía que haber pirado al descanso y sin embargo se ha quedado», concluyó.
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