Paco García lanza su primer mensaje a Sergi Costa: «Necesita exigencia y aquí la va a tener»

La tercera le hizo tragar saliba y contar más de diez antes de decir lo que pensaba, pero la cuarta derrota le llevó a saltar, primero en el banquillo y después delante de los micrófonos. Paco García no ocultó que, pese a tratarse de pretemporada, las derrotas duelen. Y duelen más por las formas que por el fondo.

«Estoy enfadado porque hace dos días hacemos 22 puntos en la primera parte y hoy -por el viernes- nos dedicamos al sano deporte de meter canastas y que nos las metan. Es curioso como puede cambiar un equipo en 48 horas. No defendemos, de repente vemos el aro como una piscina, nos vamos a un tanteo de 90 puntos,... Al final no hemos estado acertados en ataque, posiblemente porque el cansancio te obliga a cometer decisiones erróneas. Esa delgada línea que hay de ganar a perder por tres puntos a mi no me hubiera cambiado el talante. Seguiría pensando lo mismo de haber ganado, y el ganar o perder es algo que también hay que aprender a hacer. Y a nosotros ahora nos está costando aprender a ganar», señaló el técnico del Real Valladolid Baloncesto minutos después de caer en Boecillo ante Melilla (90-93).

No lo había hecho hasta ahora pero esta vez la derrota dejó mensajes en pleno partido. «La pretemporada es para conocernos todos. El entrenador a los jugadores y los jugadores al entrenador. Aquí tenemos una forma de trabajar y estamos a tiempo de que si a alguien no le gusta esta forma de trabajar es mejor que lo diga ahora. Me preocupa más atrás que nos meten canastas demasiado fáciles. Se lo he dicho a ellos: 'Solo con que cada uno de vosotros doce piense una canasta que podía haber evitado estaríamos hablando de un mejor resultado y de ser un mejor equipo'», comentó, rotundo, antes de referirse a lo que le pide a un jugador como Sergi Costa, el mayor damnificado de la derrota ante Melilla. «Le pido que juegue a baloncesto como creemos que sabe jugar. No puede ser que a falta de 21 segundos para terminar el primer cuarto, dé el pase a falta de diez y nos metan una canasta. Eso el base lo tiene que saber. No puede dar malos pases, no puede defender cambiando por cambiar en los primeros bloqueos. Tiene que entender que nuestro juego tiene más carga emocional y mucha más exigencia de la que ha tenido hasta ahora. Es un buen jugador pero necesita exigencia, y aquí la va a tener. Antes a lo mejor no la ha tenido pero aquí sí la va a tener», concluyó, sin rodeos ni morderse la lengua sobre la aportación del base catalán.