Como les decía la pasada semana, muchos españoles, en estos difíciles días del confinamiento, se dedican a cocinar como entretenimiento para matar las largas horas de encierro. Y dentro de la cocina, la repostería ocupa buena parte de ese tiempo. Hasta el punto de ... que los productos que más escasean en las estanterías de los supermercados son las levaduras y las harinas. Bizcochos, magdalenas o tartas como forma de divertirse tanto de forma individual como en familia.
Publicidad
En esta elevada demanda de levaduras y harinas hay que asignar un porcentaje al repentino entusiasmo por hacer pan. En conversaciones con amigos y familiares, leyendo las redes sociales, veo que son muchos los que se han lanzado a ejercer de panaderos. Si también se animan, aprovecho para recomendarles el libro 'Pan casero', de un gran especialista, Ibán Yarza. Precisamente he releído estos días otra de sus publicaciones, 'Pan de pueblo', un recorrido lleno de interés por los panes y la tradición panadera en España.
Al margen de que se haga en casa o se compre en las panaderías, que siguen abiertas, lo cierto es que asistimos a un feliz reencuentro con el pan y a un incremento en su consumo. Para algunos, a falta de perro, es un buen pretexto para darse un paseíto diario en busca de la panadería, no siempre la más cercana. Para la mayoría se trata de recuperar el que durante siglos ha sido el alimento por excelencia de los españoles y que paulatinamente había ido desapareciendo de nuestra dieta.
Últimos artículos de Carlos Maribona
De los 134 kilos al año por persona que consumíamos en 1964 hemos pasado a poco más de 30. Yo lo achaco a dos causas: la demonización a que lo han sometido como un alimento que engorda, sin que exista ningún fundamento científico para excluirlo de nuestra alimentación habitual, y la caída de la calidad.
En este segundo apartado, hay honrosas excepciones. Estos días, para no salir de casa, lo estoy pidiendo por teléfono a una buena panadería madrileña, Viena La Baguette, que reparte panes de mucha calidad en Madrid y alrededores. Como es bueno, dura varios días, y lo que no, se congela muy bien. De esos panes grandes hechos con fermentaciones lentas de masa madre, con olor, sabor y textura. Hay más panaderos que lo hacen. Busquen su favorito.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.