El sabor auténtico del pollo de corral

El sabor del pollo de corral es mucho más intenso, su carne es más consistente y tiene menos grasas. La primera respuesta a ello es por la raza del pollo. Los pollos camperos poseen una estructura ósea más esbelta, un plumaje de color variado y un crecimiento mucho más lento. Necesitan un desarrollo del doble de día para ser consumido y las condiciones de cría son totalmente diferentes al de las granjas industriales.

Cheles G. Ortiz apuesta por elaborar un buen guiso de pollo de corral en su casa. Antes de meterse en faena advierte que «al ser pollo de corral, la carne es distinta, necesita estar más tiempo de cocción que el industrial, pero es una carne mucho más sabrosa».

Para elaborar su propia receta, la cocinera apuesta por un buen pollo de corral, acompañado por sus ingredientes estrella: aceite de oliva virgen extra, cebolla, pimiento rojo, doce almendras, perejil, pimienta, una rebanada de pan tostado, una copita de brandy y otra de vino blanco . «La rebanada es para machacarla y conseguir que se se espese la salsa», advierte.

Los pasos son muy sencillos, explica Cheles, pero hay que tomarse su tiempo porque necesita una larga cocción. «Tenemos que poner el aceite a calentar y se rehoga bien el pollo con la verdura. Mientras tanto, se macha las tostada de pan, con las almendras, con pimienta y perejil. Todo muy bien machacado. Luego incorporamos el vino y el brandy», detalla.

El truco final, dejar que recueza hasta que esté hecho. El secreto es dejarlo al fuego varias horas, «porque al ser de corral, es más duro y hay que hacerle muy despacito». El resultado es que queda una carne «mucho más sabrosa», concluye la improvisada chef, animando a todos a unirse al guiso de pollo de corral e imitar la receta.