Pizza de calabacín y jamón en sartén

En este caso, para esta pizza, no se necesita horno, ni tampoco pan para la base. Así que es una adaptación particular de este típico plato italiano. En primer lugar, se sustituye la base por calabacín, así que lo que se hace es cortar en rodajas un calabacín y en la plancha o la sartén con un poquito de aceite y una pizca de sal, hacerlo a la plancha por ambos lados. Será necesaria hacer varias tandas para que no se peguen unas lonchas con otras y queden bien tostaditas.

Después se colocan con cuidado en la sartén en espiral hasta cubrir toda la base. A continuación, se cubre con abundante queso. Se puede elegir el o los que más le gusten a uno, el único requisito es rallarlo. Se puede comprar en bolsa o elegir varios trozos y con un rallador ir jugando con las mezclas por ejemplo el cheddar y el emmental.

Se enciende la sartén a fuego suave y se deja que el queso se vaya derritiendo poco a poco con el calor que desprenden los fogones. Se puede tapar para que vaya un poco más rápido pero habrá que estar pendiente para que no se funda demasiado o se queme el calabacín y el queso.

Cuando esté casi hecho se le añaden unos taquitos de jamón serrano y se le echa una pizca de tomillo u orégano. Luego solo quedará cortarla en las porciones triangulares y repartirla entre los comensales.