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El brownie se ha convertido en los últimos años en uno de los postres que mayor reclamo tienen al finalizar cualquier comida. Un toque dulce que ha pasado a ocupar también un hueco en los desayunos del fin de semana o las tardes de café. ... Se puede presentar con frutos secos, helado, caramelo, sirope de sabores o con azúcar glass. Cualquier opción es buena, solo depende del gusto del comensal.
En primer lugar, se enciende el horno para que vaya cogiendo temperatura mientras se preparan los ingredientes. En una cazuela cortada en trozos se derrite la mantequilla y luego se añaden el chocolate también troceado. Se remueve bien hasta que se haya derretido y se reserva para que se vaya enfriando.
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Por otro lado, se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir una textura esponjosa. A continuación, se vierte la mezcla en un bol y se añade el chocolate reservado, se remueve y se irá agregando la harina tamizada poco a poco. Después, será el turno de las avellanas, se trocean en una tabla y se añaden a la mezcla.
Para evitar que la masa se quede pegada al molde se unta con un poco de mantequilla y se vierte con cuidado y con la ayuda de una espátula para aprovechar todo el chocolate y extenderlo de forma homogénea.
El último paso será hornear durante media hora o treinta y cinco minutos aproximadamente a 180º C . Se deja enfriar bien. La parte superior quedará más oscura, dura y firme. Se cubre con crema de chocolate y avellanas y se corta en las porciones que quiera cada uno. Por último, se puede emplatar con una bola de helado de vainilla o decorar con caramelo o añadir unos trocitos más de frutos secos espolvoreados por encima.
Ingredientes: 100 g de mantequilla ligeramente salada, 200 g de chocolate negro 70 % , 100g de avellanas, 100 g de crema de avellanas, tres huevos, 200g de azúcar glass, 150 g de harina, helado o caramelo.
Proceso: En una cazuela cortada en trozos se derrite la mantequilla y luego se añaden el chocolate también troceado. Se remueve bien hasta que se haya derretido y se reserva para que se vaya enfriando. Por otro lado, se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir una textura esponjosa. A continuación, se vierte la mezcla en un bol y se añade el chocolate reservado, se remueve y se irá agregando la harina tamizada poco a poco. Después, será el turno de las avellanas, se trocean en una tabla y se añaden a la mezcla. Para evitar que la masa se quede pegada al molde se unta con un poco de mantequilla y se vierte con cuidado y con la ayuda de una espátula para aprovechar todo el chocolate y extenderlo de forma homogénea. El último paso será hornear durante media hora o treinta y cinco minutos aproximadamente a 180º C . Se deja enfriar bien. La parte superior quedará más oscura, dura y firme. Se cubre con crema de chocolate y avellanas y se corta en las porciones que quiera cada uno
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