Bollo básico para tartas

La receta que proponemos es el bollo básico para tartas, esa base que se 'emborracha' para que tome más gusto y luego se rellena según convenga con crema, chocolate o con la mermelada favorita.

Este bollo resulta muy jugoso por lo que si se prefiere, se puede comer tal cual sale del horno, sin más aderezos, y es ideal con el café del desayuno, la mejor manera de comenzar el día.

Los ingredientes necesarios son los siguientes: 6 huevos, 250 gramos de azúcar, 250 gramos de harina y un sobre de levadura.

En primer lugar se deben separar las claras de las yemas. Si necesitas ayuda, existen unos separadores que encontarás en cualquier bazar, de metal o de plástico. Puedes utilizar incluso las manos y si te resulta poco llamativa la manipulación, te puedes servir de una espumadera o, directamente, cascar el huevo y con una cuchara separarlo.

Aclarado este asunto, llevamos las claras a punto de nieve. Lo mismo, con varias opciones: con unas varillas y dominar el juego de muñeca; con unas varillas eléctricas o con un robot de cocina, que también realiza a la perfección la tarea.

Una vez listas esas claras, se van añadiendo el resto de los ingredientes y mezclando. Primero el azúcar y luego la harina tamizada, es decir, la pasamos por el colador. Por último, ponemos el sobre de levadura y rematamos la mezcla.

Esa mezcla se deposita en un recipiente para horno, previamente untado de margarina. En el horno debe permanecer unos 35 minutos a 180 grados.

Crema pastelera

El bollo ya está listo para degustar, pero si quieres un poco más, aquí te dejamos la receta de la crema pastelera para poderlo rellenar.

Los ingredientes necesarios son: medio litro de leche, vainilla en rama, 100 gramos de maizena, 75 gramos de azúcar, 120 gramos de yema de huevo, 50 gramos de mantequilla fría y una pizca de sal.

Para la elaboración, se hierve en primer lugar, unos 120 gramos de leche con la vainilla. Se tapa con film transpatente y se deja una media hora en reposo.

En una olla se mezcla la maizena, el azúcar y la sal. Este proceso de mezclado se hace con varillas. A continuación se pone la leche que se había hervido, ahora ya colada, y cuando está bien mezclada, se deposita el resto de la leche.

El siguiente paso consiste en cocer esa mezcla unos 15 minutos para después, añadir la mantequilla y mezclar, colocar las yemas y mezclar.

Por último, se extiende en una bandeja y se cubre con ese mismo tipo de film. Se deja en la nevera hasta que veamos que tiene la textura deseada.