La explosión de sabor llegada de Sicilia

La pizza es uno de esos platos internacionales nacido en Italia y extendido hoy por el mundo. Difícil saber cuál es la mejor, dónde se prepara la más sabrosa o cómo debe de ser la más clásica. Francesca Cristina, propietaria de Pizzería Kuró, en Palencia, tiene claros dos conceptos para diferenciar su producto del que sale de los hornos de miles de franquicias de marcas internacionales.

Las suyas se basan en un ingrediente fundamental, y casi olvidado. La masa hecha a mano. «Utilizamos una amasadora de alta gama», precisa. Pero la mezcla de harinas de su masa es fresca, elaborada a diario, casera. Y si eso ya marca distancias, el sabor siciliano de muchos de los platos le da un estilo propio a la casa, que en estos días de confinamiento se multiplica para que su oferta llegue hasta el cliente en perfectas condiciones, con rapidez y en el momento ideal de consumo.

«Mantenemos un equipo de siete personas, que desde el primer momento se ha volcado en un cambio en el negocio para generar que la oferta que antes permitía consumir en el local sea ahora la de disfrutar de los platos en el domicilio», explica Francesca.

Es la propia plantilla quien se ocupa del reparto domiciliario, «con la cocina abierta hasta las 23:15 horas, agrega la principal autora de una carta con sabor mediterráneo. La comida llega hasta los clientes en contenedores especiales que mantienen las cualidades. «Y nos organizamos a través del teléfono para que el reparto se realice en el menor tiempo posible», explica.

La más especial de sus pizzas, la preferida también para Francesca Cristina, es la llamada 'Bomba', de invención propia y con ese nombre por los ingredientes picantes que forman parte de su elaboración.