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La sumiller Isabela Soares catando el rosado de Cigales. Fotografías de Ramón Gómez

Guía para disfrutar de un vino tinto

Los sumilleres Pablo Martín e Isabela Soares explican paso a paso cómo degustar una referencia de este tipo, en este caso de la DO Ribera del Duero

E. García de Castro y Nieves Caballero

Valladolid

Lunes, 20 de diciembre 2021, 07:26

Disfrutar de un buen vino con la guía de un sumiller supone cumplir con las tres grandes fases de cualquier cata: la visual, la olfativa y la gustativa. Los dos expertos convocados por El Norte de Castilla, Pablo Martín e Isabela Soares, recuerdan que esas tres etapas pasan por observar el color del vino sobre un fondo blanco, captar los aromas que esconde a copa parada y después de moverlo y, por último, saborearlo para descubrir su estructura, detectar los matices que ha dejado el proceso de elaboración en él, medir su intensidad y por supuesto su persistencia.

Los expertos probaron un tinto de la DO Ribera del Duero crianza, es decir, sometido a un periodo de envejecimiento de al menos doce meses, de los que la mitad los pasa en barricas de roble. Si hubiera sido reserva ese proceso debería haber durado al menos 36 meses y 60 en el caso de un gran reserva, con un mínimo de doce y 24 meses, respectivamente, en madera.

PASO 1

Una muestra de la añada 2018 para representar a la DO

El vino de la DO Ribera del Duero no pertenecía a ninguna bodega concreta, sino que estaba seleccionado por el Consejo Regulador en representación de todas ellas. Era de la añada 2018, calificada de «muy buena».

PASO 2

El borde de la lámina metálica de protección no debe tocar el vino

La pulcritud en la apertura de una botella exige un corte limpio de la cápsula por debajo del segundo gollete. Hacerlo así, y no por encima –un error muy común– evita que el vino entre en contacto con el borde de la lámina metálica.

PASO 3

Nunca hay que girar ni mover la botella mientras se abre

Mientras se introduce el sacacorchos en el tapón, «ni se gira la botella ni se mueve, porque si tiene sedimentos se mueven por todo el interior», advirtió el presidente de los sumilleres españoles y castellanos y leoneses.

PASO 4

Lo ideal es extraer el tapón con la mano para que no se rompa

Después de hacer el movimiento de palanca en dos tiempos con el sacacorchos clásico y una vez que el tapón está casi fuera, lo más acertado es extraerlo con la mano, puesto que de ese modo es más difícil que se rompa.

PASO 5

Si tememos agujerear el corcho, podemos medirlo desde fuera

Un buen truco para asegurarnos de no perforar el tapón en su integridad –lo que haría caer residuos al vino– es quitar la cápsula entera y, desde fuera, medir hasta dónde podemos introducir la espiral del sacacorchos como máximo.

PASO 6

Es recomendable envinar el decantador antes de usarlo

No es preciso decantar todos los vinos con crianza, «ni mucho menos», pero si se decide hacerlo, antes hay que envinar el decantador. Aunque esté limpio, con ello se certifica que está en perfecto estado para su uso.

PASO 7

El líquido que se ha utilizado para limpiar el interior se desecha

Envinar consiste en echar una pequeña cantidad de vino al decantador y moverlo hasta lograr que resbale por todas las paredes interiores. Una vez lo hemos conseguido, desechamos ese líquido por si acaso tiene impurezas.

PASO 8

Una vez oxigenado, se sirve a 15 o 16 grados de temperatura

Con el decantador limpio, se vierte el vino dentro, a una temperatura de 15 o 16 grados si es tinto. Ese recipiente puede tener distintas formas, pero todas tienen en común una base amplia para recoger los posibles posos y, sobre todo, oxigenar el contenido. Lo habitual es sujetarlo con las dos manos a la hora de servir, con una de ellas agarrando el fondo. Cuando el vino se echa directamente desde la botella hay que sostenerla con una sola mano y la etiqueta hacia las personas que lo van a degustar, y al final girarla y limpiarla para que no caiga nada. En casa se puede usar un anillo antigoteo.

PASO 9

La paleta de colores en los tintos va desde el rojo picota al rubí

La etapa visual determina los colores, que en los tintos oscila entre el rojo picota y el rubí. El Ribera que probaron los sumilleres era «cereza con tonalidades violáceas en capa alta y anaranjadas en capa fina debido a la crianza».

PASO 10

Aromas especiados y, al probarlo, recuerdo a la fruta y tanino fino

Los expertos apreciaron aromas a «mora con tonalidades a vainilla, tostados y especias, pimienta negra y canela», y en boca «intensidad alta, buen cuerpo y recuerdo a fruta madura junto a un tanino muy fino de la madera».

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