Fernando Cayo: «Esta es una historia preciosa de redención que anima a cambiar»

–¿Cómo la dirección artística, con la puesta en escena ideada por el director, Mingo Ruano, y la sastrería de Valentín Donaire?

–La versión que ha hecho Ruano con todo su equipo es fantástica porque acerca 'Cuento de Navidad' al público familiar, convirtiéndolo en un musical de Broadway con un montón de intérpretes, cantantes y bailarines muy bregados en el mundo del musical que convierten esta historia en algo delicioso de ver.

–¿Preparar un texto tan adaptado ha sido difícil? Bob Cratchtit es aquí una mujer, los dos voluntarios de la beneficencia son dos monjas...

–La verdad es que sí, al adaptarlo a un público preferentemente familiar –niños y adultos– se ha convertido en el espectáculo perfecto por ese acercamiento, modificando algunas cosas. Y es una gozada también tener a los niños que tenemos actuando, porque a mí, como espectador, me encanta ver todas las edades encima del escenario, y cuando ves a niños trabajando tan bien como los nuestros, es una gozada. Es una adaptación que está muy cuidada, el escenario, la iluminación y la escenografía, que es una especie de escenario poliédrico con elementos que van girando y transformando en los distintos espacios en los que transcurre la acción de esta función.

–¿Algunos corazones pétreos y rígidos podrán cambiar estas Navidades viendo esta versión o leyendo o releyendo el clásico de Dickens?

–Lo que más me gusta es hacer disfrutar a la gente con esta preciosa historia de Dickens y también disfrutar yo encarnando a este avaro tan particular y con tan buen corazón. Para cambiar lo único que hay que tener son ganas y darse cuenta de las cosas. Esta historia habla del proceso de darse cuenta, de cómo en cuanto dejamos de mirarnos el ombligo y abrimos la mirada hacia afuera y empezamos a ver las necesidades de la gente que tenemos alrededor, la vida cambia y es diferente. Por supuesto que tenemos capacidad de cambiar en Navidades y el resto del año: 'Cuento de Navidad' es una llamada a la emoción, es una historia preciosa con la que la gente se emociona, sobre todo en el momento de la aparición del fantasma del futuro, cuando Scrooge se da cuenta de todo y abre esa conciencia al mundo y a esa generosidad. La gente se emociona muchísimo. Es una historia preciosa de redención.