De izquierda a derecha; Rui Machado, Valeria Camporesi, Esteve Riambau, Celine Ruivo y Fréderic Maire. A. Mingueza

Seminci

El reto de preservar y difundir el cine

Dos mesas redondas abordan los desafíos a los que se enfrentan las filmotecas públicas en su labor de patrimonio del séptimo arte

Samuel Regueira

Valladolid

Miércoles, 25 de octubre 2023, 00:05

En pleno ecuador de la 68ª edición del Festival Internacional de Cine de Valladolid, el certamen ha acogido dos mesas redondas en torno a la colección de retos que tienen por delante las filmotecas públicas entre la preservación del cine y su difusión. Esteve Riam ... Mbau, director de la Filmoteca de Cataluña, ha moderado ambos encuentros: «Sabemos que la preservación fotoquímica sigue funcionando después de 125 años», sostuvo. «Sin embargo, estamos en el dilema de la preservación y la difusión; y hoy todo el mundo sabe que si no estás en digital, no existes».

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El primero de los encuentros, 'Los archivos cinematográficos frente al dilema digital', puso sobre la mesa las responsabilidades de las filmotecas como entidades públicas en su preservación del patrimonio fílmico. Rui Machado, subdirector de la Cinemateca Portuguesa, definió el trabajo de una filmoteca media como un iceberg: «El 90%, que abarca la adquisición, conservación y digitalización, es oculto, desconocido; mientras que un 10% de difusión y programación es lo único visible». Por su parte, Valeria Camporesi, directora de la Filmoteca Española, defendió que «las filmotecas no solo miran al pasado, también son el futuro del presente». Para Camporesi, «hay que adoptar una postura intermedia entre lo apocalíptico y lo integrado: la nueva tecnología abre mundos, cierra otros e incluye desafíos como su alto coste».

Fréderic Maire, director de la Cinémathèque Suisse, relató cómo en su experiencia «es importante la educación del público, pero también la del político»; y cómo lo digital no es simplemente «como meterlo en un armario», sino que «hay que revisar formatos y actualizarlo periódicamente para no perder irremediablemente una parte importante del cine, como ya sucedió con las películas mudas». En su turno de palabra, la integrante de la comisión técnica de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos Celine Ruivo; expuso el dilema de conservar una película montada y rodada en analógico con la copia ya editada o con los rollos completos: «No todas las filmotecas tienen la capacidad de preservar estos archivos», apuntó.

En la segunda mesa, 'Cómo programar hoy cine del pasado: los festivales de cine clásico', se dieron cita Gerald Duchaussoy, responsable de Cannes Classics y del Festival Lumière de Lyon; Fréderic Bonnaud, director de la Cinémathèque Française; Gyorgy Raduli, director del National Film Institute – Film Archive de Hungría, y Cecilia Cenciarelli, encargada del Departamento de Investigación y de Proyectos Especiales de la Cineteca di Bologna. Esta última destacó la necesidad de «cambiar la perspectiva sobre lo pasado o lo clásico». ¿La clave? Para Bonnaud, en la programación: «Un film estará disponible si alguien lo programa». Con un propósito claro, señala Duchaussoy: «Tener las grandes obras de la historia del cine para las nuevas generaciones de público». La guinda del pastel la puso Raduli: «No existen películas viejas, solo aquellas que ya hemos visto».

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